“En estos momentos la cosa está difícil... Está cañón hacer periodismo en muchos aspectos, es una profesión en la que te vas a tener que joder, vas a tener que estar ahí… Se siente el ambiente fuerte, pero creo que se tiene que seguir… Eso es importante también, porque si no qué tipo de periodismo estaríamos haciendo”, afirma Rashide Serrato Frías, corresponsal de la agencia “Cuartoscuro” en Sinaloa y ganador del Premio Nacional de Periodismo en la categoría de fotografía por su trabajo multimedia “Ayotzinapa, la lucha sigue”.

En entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, realizada en el marco de su conferencia Fotoperiodismo: Una mirada personal, organizada por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

El dos veces ganador del Premio Nacional de Periodismo habla sobre el panorama de la profesión en un contexto donde en los primeros cinco meses de este año se han registrado seis homicidios contra periodistas; la última víctima fue el sinaloense, Javier Valdez, fundador del semanario Ríodoce.

Rashide, quien en 2013 obtuvo su primer premio nacional de periodismo por su trabajo “Escuelas de cartón”, comentó que la fotografía es una forma de comunicación que permite contar historias y que logran tener un impacto social.

“Al final es lo que dejas tú; esa importancia que tiene la fotografía de contar historias también se representa en nosotros. La fotografía es mi forma de comunicación, la forma en la que expreso mis cosas, en la que yo dejo y que cuento las historias que a mí me interesan… Es la cuestión de salir y acercarte a cosas que no sabías; de expresarte, de decir las cosas buenas y malas”, mencionó.

Originario de Culiacán, Sinaloa, Rashide explica que a lo largo de su trayectoria, iniciada en el periódico “El Noroeste”, la visión sobre el fotoperiodismo se ha modificado.

Agrega que durante su trayectoria laboral ha aprendido a reconocer la necesidad de fomentar los proyectos personales, más allá de los intereses de los medios de comunicación.

“Ha cambiado mi perspectiva porque lo ves y te digo, los medios son un negocio y traen otras líneas que tú no traes o no quieres tener, pero si todos los proyectos que vas y haces son por un interés propio, van a estar buenos porque a ti te interesan y porque vas a aprender cosas…. Las historias a veces no están en lugares lejos o son cosas muy fuertes, pueden estar a la vuelta de tu casa”, explicó.

Ante el aumento de homicidios contra los comunicadores y la ola delictiva que se ha registrado en el país, Rashide, quien también trabajó al lado del periodista Javier Valdez, asesinado el pasado 15 de mayo, mencionó que a raíz de este lamentable asesinato se marcó una pauta muy fuerte en Culiacán, ciudad a la que consideraba como “un lugar tranquilo y controlado de cierta forma”.

“Ahora sí piensas que sí te puede pasar y que en cualquier momento te puede pasar algo por publicar cosas. Antes no lo sentía, pero ahora se siente el ambiente fuerte. Creo que se tiene que seguir, porque es lo que él nos dejó y es lo que todos los demás [informadores asesinados] nos han dejado. Decir algo que ellos querían decir, sin que les taparan la boca, eso es importante también porque si no qué tipo de periodismo estaríamos haciendo”, dijo.

Reconoce que el periodismo es una profesión “difícil” que enfrenta situaciones complicadas como los bajos salarios; no obstante, recalca que pese a las dificultades se debe de seguir haciendo y fomentarse el uso de espacios alternos, como las plataformas digitales, para contrarrestar la censura.

“Eso es lo que debemos de pensar, las empresas donde trabajamos deberían de preocuparse también por nosotros, porque es bien difícil… Seguimos trabajando porque hay gente que le gusta lo que hace y si te gusta, no importa lo vas a seguir haciendo y va a tener resultados tu chamba”, refirió.

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