El viejo cementerio de La Santa Veracruz ubicado en una edificación del siglo 18 es hoy en día el referente estatal de las celebraciones de Muertos; al crearse en este un museo, el primero de su tipo a nivel nacional y que mantiene intactas las tumbas en las que “descansan” los difuntos de la región.

Fue hasta el siglo 19, cuando este lugar dejó de funcionar como cementerio. El inmueble es rescatado en 1981 y fue hasta 1997 cuando se inaugura formalmente como el Museo de la Muerte

Es considerado un Museo de Sitio, al contar en su interior con diversas representaciones sobre la muerte a través de las culturas y épocas de la historia; con el paso de los años se ha enriquecido este espacio cultural que cada año atrae a miles de visitantes.

Ubicado a un costado de la capilla del Calvario; el museo muestra desde su acceso los símbolos de la muerte justo en la puerta está un frontal de calaveras de cantera con una cruz. En estas fechas, dos catrinas flanquean el acceso para dar la bienvenida a los visitantes; mas al fondo se aprecia otra muerte con guadaña, otro símbolo en la historia mexicana.

Elementos propios de la época de la colonia como pinturas en las paredes, versos y objetos cristianos se hallan en cada rincón de este antiguo cementerio, en el que además se explica el significado de la muerte con el paso de los años y la forma en que era representada en altares o tumbas.

La muerte en Mesoamérica es representada en el museo por medio de un entierro prehispánico; vestigios de esta forma de muerte fueron hallados en el Barrio de la cruz y adaptados en el museo con elementos como deidades de las culturas de Mesoamérica.

La muerte en la Nueva España es explicada en el museo con monja muerta y que hace honor a Sor Juana Inés de la Cruz; se conjunta esta representación con la construcción de un altar, que significa un rango o jerarquía en los entierros de la época.

La muerte laica tiene significado en todo el cementerio de la Santa Veracruz, que representa al típico panteón laico de la cultura europea a partir del siglo 18 y que tiene influencia en México. En esa época se acostumbró ubicar a los panteones fuera de los pueblos para evitar propagación de epidemias.

El concurso de Plañideras es uno más de los eventos que pretenden rescatar las tradiciones en torno a la muerte y que tendrá como escenario las tumbas del museo de la Santa Veracruz.

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