En demanda de la liberación de Pablo González Loyola, líder comerciante, un centenar de vendedores ambulantes, integrantes de la Unidad Cívica Felipe Carrillo Puerto, bloqueó ayer la avenida Zaragoza por espacio de casi cinco horas, a la altura de la calle Corregidora, lo que obligó a cerrar la circulación de esta vialidad en ambos sentidos. Otra de las arterias afectadas fue la avenida Constituyentes. Esto generó considerables problemas viales en la zona centro de la capital.

Los manifestantes acusaron al gobierno estatal y municipal de haber “levantado” a Pablo González Loyola, dirigente nacional de la Unidad Cívica Felipe Carrillo, quien junto con su esposa, María Cándida Acosta Pérez, se dirigían a una reunión con autoridades municipales para tratar asuntos relacionados con los comerciantes de la Alameda Hidalgo.

Según Acosta Pérez, la detención se registró a las 11 de la mañana de este viernes sobre la avenida Pie de la Cuesta, cuando fueron interceptados por al menos 15 personas vestidas de civil y que iban a bordo de ocho o nueve autos sin rótulos de algún cuerpo policiaco.

En respuesta a la detención, los manifestantes tomaron las calles al tiempo que gritaban consignas como: ¡De norte a sur, de este a oeste, sacaremos a don Pablo cueste lo que cueste!, ¡Si no hay solución nos quedaremos en plantón!; además se leían pancartas como: ¡Pablo no estás solo!, ¡Libertad a Pablo!, ¡No más represión!, ¡Exigimos libertad de Pablo González!

Cerca de las 12:30 de la tarde, el reportero de este diario se acercó a Carmen de la Vega, secretaria de Gestión Social del Comité Ejecutivo Nacional de la asociación Felipe Carrillo, para solicitarle una entrevista y obtener detalles de sus demandas, sin embargo, uno de los miembros de la asociación agredió al reportero, al cual insultó, tiró su teléfono celular e intentó agredirlo físicamente. El sujeto fue retirado de inmediato por sus propios compañeros.

Minutos después, ya en entrevista, De la Vega ofreció una disculpa por el incidente ocurrido e informó que una de las acusaciones que pesan sobre el dirigente, es haber sido unos de los provocadores de las manifestaciones que forzaron a suspender el desfile del pasado 1 de mayo. “Se nos acusa de ocasionar un motín el 1 de mayo; eso es falso porque nosotros nunca llegamos al templete cuando aún estaban ahí los funcionarios. Llegamos después. Que nos demuestren que nosotros provocamos ese desmadre y ya veremos entonces qué es lo que pasa”, señaló.

Era la 1 de la tarde cuando una parte de los manifestantes comenzaron a caminar por la calle Corregidora, hasta llegar a la avenida Constituyentes, la cual también cerraron en ambos sentidos. Esto incrementó el caos vial en esa zona de la ciudad.

Sin embargo, el cierre de Constituyentes no duró mucho. Un policía municipal comenzó a solicitar a los manifestantes que se retiraran del lugar y liberaran la circulación. Después de unos cuantos minutos de diálogo, éstos decidieron regresar al punto inicial de su protesta: Zaragoza y Corregidora.

Los gritos de apoyo a Pablo y las consignas contra el gobierno estatal y municipal continuaban, cuando cerca de las 2:15 de la tarde comenzó a sobrevolar un helicóptero del gobierno estatal, lo cual, fue considerado un acto de intimidación hacia los manifestantes. Hubo versiones de todo tipo, desde la supuesta llegada de los granaderos para dispersar la manifestación, hasta la del Ejército. La tensión era evidente entre los inconformes.

En un momento, los líderes anunciaron que llegarían a la capital queretana decenas de militantes de la Unidad Cívica Felipe Carrillo de otros estados de la República, donde la agrupación tiene presencia, como Puebla, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Estado de México y la Ciudad de México.

Señalaron que llegarían también simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), del Frente Popular Revolucionario (FPR) y de la Unidad Popular 28 de octubre, que se solidarizarían con las protestas que solicitan la liberación inmediata de Pablo González.

Un grupo de representantes del gobierno estatal, encabezados por el subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobierno de Querétaro, José Ramón Fernández de Cevallos, se acercó a líderes para plantearles la posibilidad de abrir una mesa de diálogo, siempre y cuando liberaran la avenida Zaragoza. Pero dicha propuesta fue desestimada por los inconformes.

Sin embargo, cerca de las 3:30 de la tarde, la avenida Zaragoza se abrió a la circulación, ya que los manifestantes decidieron trasladar sus protestas, en primera instancia, frente a la Secretaría de Gobierno y después al Palacio de Gobierno, en Plaza de Armas.

A las 6 de la tarde, a petición de un grupo representante del gobierno estatal, se conformó una comisión de siete personas, encabezada por María Cándida Acosta, esposa de Pablo González, para iniciar una mesa de diálogo. Después de 20 minutos, los comisionados salieron y aseguraron que no les habían ofrecido ninguna solución.

Faltaban 10 minutos para las 8 de la noche cuando una de las militantes informó, sin dar fuentes, que la acusación que pesaba sobre González era la de motín, pues la madrugada del pasado 16 de junio, había amenazado con quemar patrullas si eran desalojados del tianguis de la Alameda.

Más tarde se informó que el juez de control concedió la vinculación a proceso del imputado y decretó prisión preventiva como medida cautelar en lo que se desahoga el proceso.

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