En Querétaro, los fenómenos naturales han sido una constante anual, que aun cuando su presencia no ha generado un desastre, ni se han registrado pérdida de vidas humanas, la Unidad Estatal de Protección Civil (UEPCQ), mediante su Plan Estatal Para la Atención de Fenómenos Hidrometeorológicos, señala como los más recurrentes en la entidad hundimientos de suelo, heladas y fríos intensos, además de lluvias, inundaciones y encharcamientos.

De acuerdo con los antecedentes históricos de desastres en el estado y los municipios, los hundimientos de suelos es uno de los fenómenos catalogados entre los más comunes de la entidad, puede deberse a que en la ciudad, la subsistencia de suelos en algunos puntos es asociada a la sobre explotación de acuíferos subterráneos, lo cual se manifiesta en fallas y desniveles superficiales, que a su vez, han modificado el drenaje natural, favoreciendo encharcamientos e inundaciones inesperadas durante las precipitaciones intensas.

Este fenómeno natural ha sido más comúnmente presentado en las comunidades de Lagunillas, Los Otates y Landa, esto cada año, siendo más recurrente especialmente en abril, mayo, junio, septiembre y noviembre, de acuerdo con la dependencia.

Además, en estas zonas se han registrado una serie de movimientos de suelos denominados en dicho documento, de la UEPCQ como microsismos.

Respecto a los antecedentes hidrometeorológicos en Querétaro, el Plan Estatal de Atención de Fenómenos menciona que las zonas en las que año tras año se presentan las heladas y fríos intensos principalmente es en la sierra, en municipios como San Joaquín y Pinal de Amoles, con menos siete grados centígrados.

También, en la zona centro, como en Pedro Escobedo, con menos seis grados centígrados, y Huimilpan, con menos siete, específicamente la comunidad El Llanito, cercano a límites con el Estado de México.

Respecto a las lluvias en el estado de Querétaro, datos destacan que se recibe anualmente un promedio de 500 mililitros de agua de lluvia “que busca permear al subsuelo por las fracturas de las cuencas, o conducirse por riveras de ríos siguiendo su orografía, hasta llenar mantos acuíferos subterráneos o cuerpos de agua superficiales”, señala un documento, siendo julio el mes con mayor índice de lluvia, en ocasiones hasta 130 mililitros.

Entre las afectaciones por fenómenos naturales más fuertes que ha recibido el estado, sobresale la inundación de 2003, la cual afectó gran parte de la zona del Centro Histórico, así como a los municipios de Corregidora y El Marqués.

Respecto a las inundaciones de 2009, las principales afectaciones fueron en algunos puntos del Centro Histórico, al igual que en Corregidora y El Marqués.

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