De jueves a sábado en las inmediaciones del mercado de El Tepetate se instala un tianguis, en el cual se comercian —principalmente— objetos usados como ropa, zapatos, herramientas, electrodomésticos y hasta antigüedades.

El tianguis está conformado por 300 comerciantes que cuentan con permiso del municipio de Querétaro para instalarse sólo durante tres días en las calles que rodean El Tepetate.

Los tianguistas explicaron que al día pagan —en promedio— 18 pesos: 10 pesos que le entrega cada vendedor a su administradora y cuatro pesos por metro que son pagados al ayuntamiento de Querétaro. Es de señalar que 90% de los vendedores ocupan un espacio de dos metros para colocar su mercancía.

María del Carmen Arteaga se dedica a vender en este tianguis —desde hace 13 años— artículos personales usados como zapatos y ropa que ofrece en 5, 10 y 15 pesos, precios que dependen de la condición en la que se encuentren las prendas.

“Pues aunque no lo crean las cosas usadas sí se venden, hay mucha gente que viene exclusivamente al mercado a comprar su ropa, a mí lo que más vienen a comprarme son zapatos. Yo los consigo con conocidos que ya no los quieren y pues yo aquí en el mercado los doy a buen precio”, comentó la tianguista.

La señora Carmen mencionó que aunque las prendas de ropa son las que más piden los clientes, también comercian juguetes, cargadores de celular, electrodomésticos, porcelana, herramientas y maquillaje para mujer.

“Ahorita, pues tengo una máquina de escribir que era de mi hijo, ahora él tiene 29 años de edad, yo sé que ya no se usan y que ahora se usan las computadoras, pero se sorprenderán qué tan cierta es esa frase que dice: la basura de unos es la riqueza de otros”, dijo la comerciante.

Doña Carmen obtienen por vender en el tianguis entre 200 y 500 pesos al día, los cuales ocupa para gastos de alimentación, lo que no le permite tener una bolsa de ahorro para casos de emergencias, lamentó la comerciante.

Las ofertas

Nohemí Valdemar compró un suéter, el cual le costó 10 pesos, reconoció que ella acude esporádicamente a este sitio a comprar la ropa que viste; expuso que no es de su agrado usar ropa usada, no obstante —añadió— no tiene otra opción, pues sus ingresos económicos no le permiten comprar ropa nueva.

Nohemí Valdemar se dedica a recolectar latas y envases de plástico en la vía pública, por los que llega a obtener en un día 50 pesos.

“Pues no me queda otra cosa que comprar en el tianguis, pues no me alcanza para comprar en las tiendas del centro ropa nueva, hay que adaptarse a lo que uno tiene, y pues si uno no tiene dinero pues ya ni modo, lo único que hago pues es llegar a mi casa y lavar bien la ropa”, externó Noemí Valdemar.

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