Las oleadas de mariposas monarcas ya se pueden ver en diferentes sitios de la zona metropolitana de Querétaro, y la ambientalista María del Carmen Siurob exhorta a la población a protegerlas a su paso por el estado, pues además de ser un espectáculo único, es un símbolo de la migración, tanto animal como humana.

El distribuidor vial Fray Junípero Serra es cruzado por cientos de mariposas que despiertan y emprenden el vuelo luego de pasar la noche en la zona. Los automovilistas apenas si disminuyen la velocidad con el paso de las mariposas, sin importarles que terminen arrolladas.

María del Carmen Siurob explica que desde el 31 de octubre se comenzó a ver el paso del lepidóptero en tierras queretanas. “Están a la orilla de los caminos de Jurica y zonas como el Junípero, en la zona de Amazcala, en el Parque Nacional El Cimatario, en la zona del Tángano, por el Tec de Monterrey”, indica.

Explica que están en tiempo, comienzan a llegar en los últimos días de octubre y a principios de noviembre. Actualmente el clima es propicio para su estadía, porque el frío no es tan severo. Recuerda que en una ocasión el clima fue muy adverso por la presencia de lluvias y bajas temperaturas, que modificaron la ruta migratorias de las mariposas.

“Ahorita están pasando de forma normal, por donde pasaban, está la migración perfecta, en buenas condiciones. Aquí sólo pernoctan, están de paso. Nuestra zona es de paso. Donde existe vegetación o un humedal, ya sea fuentes o bordos o agua, se detienen en este sitio para tener alimento y terminar su viaje hasta Michoacán. Llegan como a las cuatro o cinco [de la tarde] y se van entre 10 y media, 11 [de la mañana], sólo pernoctan, se quedan una sola noche y siguen con su vuelo, vienen en oleadas, por eso las vemos durante varios días, no son las mismas”, precisa.

Detalla que actualmente en la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui se trabaja en la plantación de vegetación para que las mariposas puedan pernoctar y que tengan agua. “Se ha observado que se posan el huizaches, mezquites, jacarandas, hasta en los eucaliptos”, comenta.

Explica que los automovilistas, cuando observen una nube de mariposas, deben disminuir su velocidad, principalmente cuando levantan el vuelo, que es cuando es más espectacular la migración, por la cantidad de mariposas.

Se debe disminuir la velocidad y tener precaución, además de que la población en general debería de plantar más vegetación para que tengan alimento, extraer el néctar y tener fuerzas para poder llegar a Michoacán.

“Lo deberíamos de poner en nuestros jardines, prepararnos dos o tres meses antes, para que las mariposas tengan la floración en este momento y puedan tomar el néctar. Los que tienen fuentes tenerlas listas, para tener un buen abastecimiento para las monarcas”, precisa.

Agrega que la mariposa monarca es un símbolo, indica que no sólo llega su especie, sino que vienen muchas otras de aves migratorias que van hacia el sur de México, que se establecen en territorio nacional durante el invierno, para posteriormente regresar a Estados Unidos y Canadá.

Revela que las monarcas poseen cierto veneno, por lo que las aves no las atacan para alimentarse de ellas, incluso muchas otras especies de mariposas tratan de parecerse a las monarcas, para que las aves no las consuman.

Las mariposas siguen su camino al sur, hacia los bosques de Michoacán, donde están sus santuarios, aunque para ello tengan que sortear peligros en sus camino.

Por lo pronto la vegetación y las jacarandas de la región de Fray Junípero Serra seguirán siendo, por unos días, uno de los refugios que encuentren las monarcas para pasar la noche en su travesía de miles de kilómetros, desde Canadá.

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