Por la forma en la que perdió el cinturón de los pesos pesados de la UFC ante Fabricio Werdum, a Caín Velásquez sólo le quedó pedir perdón. El peleador mexicano reconoció que le falló a los fans que colmaron la Arena de la Ciudad de México, pero también a él, a realizar una preparación que se alejó de la altura de la capital mexicana y que fue determinante en el estado físico.

“Perdón a todos ustedes por no poder ganar aquí, perdón por lo de esta noche. Era un sueño estar aquí y pelear delante de todos ustedes. A la próxima vamos a ganar. Voy a regresar más fuerte”, sostuvo Velásquez que no pudo realizar su tercera defensa exitosa.

Aunque en el primer round, Caín se mostró como un toro de lidia que fue hacia adelante, el oxígeno le comenzó a faltar y con ello su movilidad se terminó para ser un blanco estático que el brasileño aprovechó para lastimarlo con sus puños y finalmente coronarse con la guillotina que provocó el silencio de la afición tricolor.

“Acepto que Werdum fue mejor hoy, mi preparación de dos semanas [en el Distrito Federal] no fueron suficientes, tenía que entrenar más”, continuó el hombre que puso a México en el mapa de las artes marciales mixtas.

Los 20 meses que tuvo de inactividad Velásquez por una lesión en la rodilla también se reflejó en el octágono, pues sus movimientos estuvieron lejos de la velocidad que normalmente emplea en sus combates.

Por su parte, Werdum entendió el compromiso y dejó a su familia 35 días para concentrarse en el Estado de México para aclimatarse a la altura.

Fabricio tal como lo señaló durante los días previos de la función UFC 188, dio la pelea de su vida y con ello conquistó la corona con una demostración de fortaleza y un buen repertorio de golpes y recursos como su letal guillotina que cortó el aliento no sólo de Caín Velásquez, si no de las casi 20 mil personas que apoyaron al mexicano.

“Preparé mi mente por dos años, creía en este momento. Sentía los impactos pero no me mareaba, vi que empezó a cansarse y pensé que era buen momento (de liquidar la pelea), sabía que iba a entrar en mis piernas, lo iba a agarrar cansado. Dejé a mi familia por varias semanas para enfocarme en este resultado”, declaró Fabricio Werdum.

El gladiador de Porto Alegre, Brasil, volvió a mostrarse con la humildad que lo caracteriza y no dejó de reconocer la valentía de Caín Velásquez.

“Estoy en el mejor momento de mi vida, Caín es un guerrero, me pegó mucho. Yo venía bien preparado en cuerpo y mente, me siento bien de ser el mejor del mundo, tengo este cinturón y otro en casa, los dos son verdaderos, estoy feliz, agradezco a todas las personas que me acompañaron”, sostuvo el brasileño quien en noviembre pasado se hizo del título interino al noquear a Mark Hunt en la ciudad de México.

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