Convertido en uno de los líderes del actual americanismo, el portero azulcrema Moisés Muñoz se frota las manos y mueve las piernas, inquieto, destellos de de esa adictiva ansiedad que provoca el futbol.
“Tuvimos oportunidad de descansar un poco, convivir con la familia y ahora a hacer lo que nos gusta y sabemos hacer, que es entrenar y jugar al futbol”, expresa Moi, urgido de volver a respirar el deporte que tanto le apasiona, de cara al Clausura 2013.
De pretemporada con sus Águilas, el guardameta no cree que los ajustes hechos por Miguel Herrera vayan a tardar en cuajar. “Siento que el equipo terminó bien, tal vez no donde queríamos, que era en la final, pero sí jugando un excelente partido contra el Toluca. Así que cualquier jugador que venga a aportar cosas positivas va a sumar y eso es bueno”, anticipa el experimentado meta.
Las adquisiciones del paraguayo Osvaldito Martínez y la del ecuatoriano Narciso Mina reciben el aval de Muñoz. “A Osvaldo lo conozco de Atlante, es un jugador con mucha calidad y seguramente va a venir a aportarla al equipo. A Mina no lo conozco bien, pero si viene a América es porque tiene la calidad y lo necesario para aportar, no tengo duda de que así va a ser también”.
Además, “confío en las decisiones que tome tanto mi cuerpo técnico como la directiva. Sé que lo hacen con la intención de que le vaya bien al equipo y a toda la institución. Con este conocimiento de causa estoy tranquilo de lo que viene”.
La adaptación de ambos no cree que sea problema, sobre todo por lo pronto que se incorporó Osvaldito y a la incorporación de Mina, contemplada de un momento a otro.
“Confío en que se van a adaptar rápido. Osvaldo conoce bien a Miguel y no creo que haya problema. Narciso, quien viene de fuera, sí tendrá que tener una adaptación más rápida al futbol mexicano y al equipo, pero este grupo es muy noble, siempre apoya a todos sus integrantes y no habrá ningún problema para adaptarse al grupo. Esperemos que lo haga rápido al estilo de juego y futbol que quiere Miguel. Si se da esto va a ser más fácil para todos”, contempla el portero.
Al mismo tiempo, la partida de algunos amigos, como el brasileño Rosinei Adolfo y el argentino Daniel Montenegro, suelen resentirse.
“No he tenido oportunidad de platicar con ellos, pero sin duda son compañeros que estimo muchísimo y será una gran pérdida para nosotros”, considera. “Rolfi y Rosinei, para mi gusto, aportan mucho al equipo y ojalá tenga la oportunidad de platicar con ellos para por lo menos despedirme”.
—¿Son injustas las decisiones?
“Eso no sabría decírtelo, el futbol es así, estamos conscientes de esto, de que en ocasiones te toca estar en un equipo y, de pronto, hay que emigrar hacia algún otro, mas lo que tenemos entendido es que debemos ser muy profesionales en todo este tipo de situaciones y, sea cual sea el equipo al que nos toque defender, hacerlo con profesionalismo y responsabilidad”, responde sin dudarlo. “Ahora a ellos les tocará estar en algún otro equipo y sé que lo van a hacer así”.
Así, entre la ansiedad de volver a jugar, las dudas que generan los refuerzos y la melancolía que provocan los cambios semestrales, las Águilas vuelven a la carga con la misma lista de obligaciones, en espera de ver si ahora sí puede cumplir o se queda atorada en el árbol navideño.
