En mi anterior opinión señalaba que debemos evitar cuanto antes, el camino de la improvisación rumbo al desarrollo y establecer un piso inviolable en la planeación de Querétaro, para que nuestros hijos realmente puedan disfrutar de un mejor porvenir.

Donde necesitamos blindarnos de políticas públicas, a veces ocurrencias gubernamentales de corto alcance, aunque a los políticos nos cueste todos los votos posibles.

Pongo unos simples ejemplos conocidos y sufridos por todos: ¿De qué nos sirve crear nueva infraestructura para nuestros autos o para el transporte masivo, sino podemos detener el crecimiento del número de vehículos que circulan en las calles, si ya no tenemos espacio para nueva superficie de rodamiento, o si la población nos negamos a subirnos al transporte público o a compartir nuestros autos particulares? ¿De qué nos sirve crear muchos empleos en la entidad, si gran parte de ellos no son de calidad (es decir, son mal pagados, lejanos para el trabajador, sin protección social, etcétera), indignos diría la Constitución, y no hay quién quiera trabajar o continuar trabajando en los mismos? ¿De qué nos sirve disponer hacia dónde se debiera dar la expansión de nuestras ciudades, si continuamos cambiando los usos de suelo en zonas saturadas de las mismas, para edificar más viviendas verticales u horizontales, con la subsecuente presión a la calidad de los servicios públicos que se requieren? ¿De qué nos sirve procurar el diario y adecuado abastecimiento de agua en nuestros hogares, si la seguimos desperdiciando y ni siquiera el gobierno sabe de dónde la obtendremos para los próximos años? ¿De qué nos sirve invertir en seguridad, recibir reconocimientos por el modelo aplicado o presumirlo en foros internacionales, si en los tres últimos años el crecimiento del robo a vehículo creció 52%, el robo a casa habitación creció 55%, y el robo a transeúnte creció 87%, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y sólo por mencionar algunos ilícitos; de qué nos sirve si como sociedad no hacemos comunidad, no nos cuidamos entre todos, no denunciamos los delitos y la autoridad sigue con la retahíla del “no pasa nada”, “la población exagera” o “mejor no digas nada” insistiendo en convertir a la víctima que denuncia y se queja públicamente en una persona incómoda para ellos? 
Insisto, debemos construir una nueva visión para Querétaro basada en el largo plazo. Si hemos fallado en administrar nuestro crecimiento, no debemos hacerlo para planificar nuestro desarrollo.

Con beneplácito he visto que la administración municipal de la capital a partir de lo escrito con anterioridad comenzó a introducir en sus redes sociales el concepto de VISIÓN referido; por supuesto, le tomamos la palabra. Espero que se entienda que el asunto que he planteado no es retórico, pues se trata de acciones de largo plazo que no necesariamente son populares, construyamos entonces y le cuestiono: ¿Cómo le va a hacer la administración municipal de Querétaro para bajar a la mitad el tráfico en la ciudad, tal como lo prometió? Y

¿Cómo va a duplicar la seguridad de los queretanos que votaron y que no votaron por su proyecto político? Hablo de medidas de largo plazo, que se implementen a la brevedad y que beneficien a nuestros hijos y nietos; pues los queretanos ya no aguantamos que nos sigan incumpliendo las promesas realizadas, ante un entorno cada vez más complejo en la ciudad capital por cuanto a movilidad e inseguridad se refiere.

En mi posición como Senador de la República, me encontraré muy atento y aportaré por supuesto para esta nueva visión, en la que creo y que nos urge a todos.

Senador de la República

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