Continúa el futbol de estufa y, por consecuencia, las especulaciones sobre altas y bajas de jugadores no paran en ningún club, aunque algunos ya han hecho oficiales algunas buenas nuevas. En el caso de Gallos Blancos, aún se está a la espera de que la directiva dé a conocer todo.

Algunos medios dan por hecho que, en el tema de refuerzos, aparece el chileno Ángelo Sagal, quien se desempeña como extremo o centro delantero y proviene del Pachuca.
Sagal, de 26 años de edad, tuvo poca actividad en el cierre de la campaña pasada, por lo que no pudo demostrar todo su potencial. Se espera, en caso de que le salgan plumas para el Apertura 2019, que sea el refuerzo que necesita el conjunto queretano, ante la inminente salida de Camilo Sanvezzo, cuyo destino apunta hacia el Cruz Azul.

De esas altas, llama la atención que se esté nombrando al arquero brasileño Tiago Volpi, quien se convirtió en un ídolo de la afición y un referente del equipo, a tal grado que algunos de los grandes lo querían en sus filas.

Falta saber qué es lo que está pidiendo el técnico Víctor Manuel Vucetich y si la directiva cuenta con presupuesto para cumplirle.

Volpi, se dice, ya se habría entrevistado en Brasil con Jaime Ordiales y —de entrada— no estaba entre sus planes regresar a Gallos, pues lo que busca es una oportunidad en su selección y sentía que en su tierra le iban a dar un mejor seguimiento, pero no ha sucedido y ya está pensando mejor las cosas.
Igual pasa con el asunto del joven Marcel Ruiz, quien brilló haciendo gran mancuerna con Sanvezzo, sólo por algunas jornadas, cuando a Gallos lo dirigía Rafa Puente Jr. Lo malo fue que se subió a un ladrillo, se mareó y se apagó; de hecho, el jugador tiene calidad y talento, sólo le falta decisión para levantarse nuevamente, canalizando lo mejor posible la experiencia que hasta ahora le ha dado el balompié profesional del máximo circuito.

Y bueno, pues a esperar. El equipo ya reanudó actividades con una primera etapa de pretemporada, para después hacer trabajo de playa en Cancún y retornar para iniciar una serie de juegos amistosos que incluyen dos de talla internacional. El resto será ante cuadros de su misma categoría, así como de la división de ascenso.

En otro tema, vaya papelón que hizo el Tricolor en el Mundial Sub-20 que se juega en Polonia. No pasó ni la etapa de grupos, tras sufrir tres derrotas consecutivas. Culpan a los jugadores por su apatía, pero la realidad es que hubo una mala planeación y todos: federativos, cuerpo técnico y los propios protagonistas son los responsables de este fracaso que exhibió al futbol mexicano; incluso, los dueños de equipos como el Monterrey, que no facilitaron a sus jóvenes. Ojalá de esta amarga experiencia se aprenda, y bien, para no volver a cometer los mismos yerros.

Y del Tricolor Mayor, el Tata Martino quiere hacer bien su trabajo, pero está viendo complicado el asunto, pues varios de los jugadores que se sienten estrellitas le hacen “fuchi” a la verde para enfrentar la Copa Oro.

Obviamente, lo han hecho enojar, pero ha aguantado vara y el argentino va guardando todo para cuando sea necesario actuar. Lo cierto es que ya está a la vuelta de la esquina el torneo de la Concacaf y aún no define con quiénes lo va a encarar.

Mañana y el domingo, los tricolores se miden a Venezuela y Ecuador, respectivamente, pero se dice que después del juego ante los venezolanos Martino dará a conocer a los cuatro elementos que serán rasurados del grupo y la lista oficial de los que estarán enfrentando esta Copa Oro, en la que México iniciará ante Cuba, el 15 de este mes, en el Rose Bowl de Pasadena, California. Esperamos que, por lo menos, el Tri Mayor no haga el ridículo y logre hacer un buen papel, a pesar de no poder contar con las estrellitas europeas; que los que se quedan, en verdad salgan a romperse el alma; si no, mejor que ni pisen la cancha. Hasta la próxima.

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