La quema a campo abierto es una práctica común, especialmente llevada a cabo en las temporadas de estiaje; con ello se pretende eliminar la hierba y los residuos agrícolas. Las actividades agrícolas generan una gran cantidad de residuos orgánicos, particularmente las derivadas de los cultivos de maíz. La actividad agropecuaria es una fuente importante de contaminación del suelo y aire.

La protección y conservación de los recursos naturales requiere del establecimiento de especificaciones y acciones para mitigar los efectos adversos sobre el ambiente y la salud de los habitantes, ocasionados por las prácticas habituales en la agricultura y el inadecuado manejo de los residuos generados. Las actividades agrícolas que llevan a cabo la quema de esquilmos dañan al medio ambiente.

Todos somos responsables de la protección ambiental, y quienes desarrollan una actividad agrícola sin criterios de sustentabilidad, deben asumir un compromiso para minimizar los perjuicios ambientales. Se requiere avanzar en la sustentabilidad en Querétaro y en nuestro estilo de vida.

Es necesario fomentar un cambio en los malos hábitos en el manejo y disposición de los esquilmos agrícolas (residuos de las cosechas que se utilizan para alimento del ganado y elaboración de composta, entre otros usos), brindando a los productores el acceso a técnicas alternativas para la conservación, mejoramiento del suelo y el aprovechamiento de sus residuos en otras actividades que les puedan generar ingresos.

La coordinación entre los tres órdenes de gobierno, así como la concertación con la sociedad, son indispensables para la eficacia de las acciones para la protección ambiental.

Los criterios que debe contemplar una práctica adecuada para el correcto manejo y disposición de los residuos agrícolas son evitar la erosión del suelo e instrumentar técnicas para su conservación. Es menester promover la utilización de desechos orgánicos para mejorar las condiciones del suelo e incrementar su fertilidad; es necesario evitar el deterioro de las condiciones físicas, químicas, biológicas y productivas del suelo; es fundamental no propiciar el deterioro de la calidad del aire ni de los recursos naturales y productivos en general; es preciso evitar los incendios de predios. El suelo debe aprovecharse atendiendo a criterios de sustentabilidad, el proceso productivo tendrá que ser mediante la observancia estricta de la preservación de los recursos naturales y productivos, y en lo posible, procurando el mejoramiento de la economía de los productores; la práctica debe ser viable en el aspecto técnico y económicamente rentable.

En la disposición de los residuos agrícolas, la quema de esquilmos debiera prohibirse, porque propicia la erosión hídrica o eólica, además, al eliminar la materia orgánica del suelo, se desencadenan reacciones físicas, químicas y biológicas, disminuye la actividad y población microbiana de los suelos por el incremento de temperatura, todo ello contribuye al deterioro de su calidad productiva y al deterioro de la calidad del aire, debido a que en el proceso de combustión de los residuos agrícolas, se arrojan a la atmósfera una gran cantidad de partículas sólidas y gases nocivos a la salud, tal es el caso del bióxido de carbono, monóxido de carbono y bióxido de nitrógeno, entre otros.

Las sustancias producidas por la quema de esquilmos representan una amenaza al ambiente y a la salud. Los contaminantes generados, además de su toxicidad directa sobre los individuos, provocan alteraciones en la atmósfera, el clima y el ecosistema (como el efecto invernadero y la disminución de la capa de ozono).

Querétaro requiere de una Ley de quemas y una norma técnica para el manejo de residuos agrícolas, así como un reglamento relativo a contaminación atmosférica.

Procurador del Medio Ambiente de Querétaro.

jzepedag@queretaro.gob.mx

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