Es imposible no ver la revolución que está haciendo el PSG, un equipo que a base de billetazos ha impuesto marcas y tendencias que obligan a los demás clubes europeos a emularlo.

El autor de este renovado PSG es el multimillonario Nasser Al-Khelaifi, quien llegó a la capital francesa en 2011. Sus negocios en federaciones deportivas, medios de comunicación e industrias petroleras le han dado el sustento necesario para transformar radicalmente a un equipo que hasta entonces no tenía reflectores.

Cuando el qatarí llegó al club, su deseo inmediato era contratar a los mejores del mundo, sin embargo, con el inferior nivel de la Ligue 1 en comparación con las Ligas de España, Alemania, Italia o Inglaterra, le fue difícil convencerlos de mudarse a París. La transformación del PSG fue progresiva, cada temporada iba apuntalando refuerzos y cosechando triunfos. De pronto la gente comenzó a seguir la Liga francesa y encontrarse en el PSG a figuras como Thiago Silva, David Luiz, David Beckham, Lucas Moura, Edinson Cavani, Ezequiel Lavazzi, Zlatan Ibrahimovic, entre otros. Sin embargo el gran objetivo de Nasser y la institución seguía sin conseguirse; ganar una Champions League.

Después de dominar claramente la Ligue 1 y ser eliminado en varias ediciones de Champions, el deseo de campeonar se hizo más y más fuerte. Los refuerzos siguieron llegando hasta detonar el mercado con el fichaje récord de Neymar, con este movimiento mandaron un claro mensaje al gremio futbolístico: quieren ser el mejor equipo cueste lo que cueste.

No conformes con ello, después le ganaron al Real Madrid al jugador más cotizado: Kylian Mbappé. La joya francesa es el refuerzo que redondea una plantilla capaz de vencer a cualquiera y por fin, quizá, consagrarse como el mejor de Europa.