La democracia es la forma más acabada de tomar decisiones en la sociedad; se consulta a todos y se realiza lo que decide la mayoría o lo que conviene a esa mayoría. No importa si está equivocada o no (según la percepción de la minoría); su derecho es que se aplique lo que decidió.

Si las minorías son democráticas; es decir, si quienes no ganan las decisiones asumen que esta fórmula es adecuada, entonces deben permitir que se haga lo que la mayoría ha decidido.
Esto es, planteado con sencillez, lo que significa la democracia.

El debate. Hoy he decidido abordar este tema a propósito de la determinación del gobierno municipal de intervenir la avenida Ezequiel Montes con el objetivo de repararla y readecuarla para que responda a las nuevas exigencias de movilidad que plantean los ciudadanos.

La adecuación, como hemos difundido profusamente, tiene como objetivo garantizar que exista espacio para que todos los ciudadanos puedan transitar libre y cómodamente por dicha arteria vial, independientemente de su condición social, física y de movilidad.

En términos de democracia, esto implica arroyo para circulación de automóviles particulares, banquetas para peatones, ciclovías para ciclistas y carril para transporte público.

Parece obvio, pero no toda la gente comparte esta visión; hay quienes han planteado su rechazo a esta adecuación, argumentando que sus negocios se verán afectados si se reducen carriles para la circulación de automóviles y cajones para que éstos se estacionen.

No hay elemento tangible que demuestre este decir. Por el contrario, hay cientos de ejemplos que demuestran que este tipo de adecuaciones incrementa sus ventas.

Hemos dialogado con ellos y escuchado sus propuestas. Nos presentaron 18 peticiones y acordamos la procedencia de 15 de ellas. Es decir, aceptamos la gran mayoría de sus solicitudes.

Sin embargo, insisten en que sean cumplidas todas.

Las otras tres, que no vamos a negociar, tienen que ver con el derecho de otros ciudadanos a utilizar la avenida Ezequiel Montes para movilizarse en transporte público, en bicicleta o caminando.

Hemos consultado a los vecinos de la citada avenida y la gran mayoría está de acuerdo en los términos en que se arreglará la vialidad.

Si todos somos democráticos, debemos asumir nuestras responsabilidades como mayorías y como minorías. Los ciudadanos que se oponen a la obra es una minoría en relación a los que están de acuerdo con ella. Por consecuencia y si se precian de ser democráticos, deben aceptar la decisión de los más.

Así es la democracia. Ni más ni menos.

Por eso mismo, el gobierno municipal decidió emprender las obras referidas, con la conciencia de que serán en beneficio de la gran mayoría de los ciudadanos y que, además, esa mayoría está de acuerdo con ellas.

Una agresión. Involucrado en el tema se encuentra la agresión que sufrió Arturo Rueda Zamora, comerciante que cuenta con varios negocios, uno de ellos en la avenida Ezequiel Montes.

Personalmente, lamento que haya sucedido esta situación y que un ciudadano haya sido golpeado sin que hasta ahora conozcamos el motivo de lo que pasó.

Menciono el hecho porque él es una de las personas que se opone a las obras en la Avenida Ezequiel Montes, tal como lo ha planteado el municipio y avalado la mayoría de los vecinos.
No estoy de acuerdo con sus planteamientos, pero condeno la agresión de que fue víctima.

El caso es investigado por la Fiscalía General del Estado, por lo que esperaremos a que esta instancia emita información veraz sobre el caso, a fin de conocer los motivos de la presunta agresión sucedida.

El gobierno municipal y el alcalde, Marcos Aguilar Vega, no consideramos que las agresiones sean el camino para dirimir diferencias, independientemente de cuáles sean éstas o los motivos que las generaron.

Es el diálogo el único camino que existe y que validamos para confrontar puntos de vista, tal como lo hemos hecho en torno a las obras en la avenida mencionada y en otros temas que atañen a los queretanos.

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