El señor Presidente López Obrador en múltiples ocasiones y desde hace muchos años ha señalado que: “por el bien de todos, primero los pobres”. Señalamiento que comparto plenamente. Una sociedad y su gobierno debiesen tener como su primera prioridad abatir la pobreza generando oportunidades a todos para que entonces todos puedan desarrollar al máximo sus potencialidades.

Es por lo anterior que me parece un error inaceptable el que el Presidente denoste al Coneval y peor aún, que pretenda desaparecerlo. Recordemos que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social es una institución que genera información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza. Es decir, es la institución conformada por expertos en política social que propone y sobre todo evalúa los programas y acciones del gobierno federal en materia social. Sus reportes son sumamente útiles para la toma de decisiones por parte de quienes ejecutan dichos programas y acciones. De ahí el enorme valor del Coneval. No sobra señalar que sus resultados y aportaciones han sido reconocidos y aplaudidos por una larga lista de expertos en desarrollo social.

Es de reconocerse y aplaudirse la orientación del presupuesto federal a atender “primero a los más pobres” y es precisamente por ello que los mexicanos tenemos el derecho a que dichos recursos, y que son cientos y cientos de miles de millones de pesos, se ejerzan de la mejor manera posible dando por lo tanto los mayores rendimientos posibles. Resultados que solo podrán alcanzarse si los programas y acciones son objetivamente evaluados por un tercero y ajeno a su aplicación.

Sin embargo y no obstante la pertinencia y hasta necesidad de que todo programa, obra y acción sean objetivamente evaluados, pareciera que al Presidente no lo gusta que lo evalúen, no le gusta que le digan que sus ideas de programas y acciones para abatir la pobreza o no sirven o no se implementan de la manera correcta. Es por ello que me parece demagogia pura el manifestar que “por el bien de todos, primero los pobres” cuando se niega a que los programas y acciones de política social así como la medición de la pobreza sean objetivamente evaluados.

Dada la insistencia presidencial en agredir al Coneval es que me parece crucial que todos los mexicanos, en ejercicio al derecho que nos asiste, salgamos a la defensa de todas las instituciones que realmente aportan al desarrollo de los mexicanos como es el caso del Coneval. Defensa que todos pudiéramos hacer manifestando nuestro rechazo a dichos ataques presidenciales en nuestras redes sociales. No niego que pudiera ser que en la operación del Consejo se deban hacer algunos ajustes y hasta correcciones, sin embargo, eso no justifica su desaparición ni las denostaciones que hace el señor Presidente.

Aprovecho la ocasión para solicitarle a los senadores y diputados federales que dicen representarnos, que “blinden” al Coneval garantizando su libre operación, así como la emisión y publicación abierta de los resultados de sus evaluaciones. Esto es nuestro derecho.

Fuente de los Deseos: Ojalá los mexicanos nos demos cuenta que defender a las instituciones públicas que sí aportan al bienestar de todos, es un derecho y también una obligación si es que queremos dejar un mejor país a nuestros hijos y nietos.

Comisionado del Consejo Estatal Contra las Adicciones@TAMBORREL.mx

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