El 19 de febrero de 1913 nace el Ejército Mexicano, precisamente para reestablecer el orden constitucional ante el creciente descontento popular por el asesinato del presidente Francisco I. Madero, siendo su fundamento el decreto 1421 emitido por el Congreso del Estado de Coahuila, que además desconocía al usurpador Victoriano Huerta.
Posteriormente sería denominado Ejército Constitucionalista, del cual surgiría nuestro actual Ejército Mexicano que recién conmemora su CVI Aniversario. En estas fechas, los mexicanos debemos reconocer la labor de nuestras Fuerzas Armadas en la construcción del México de ayer, de hoy y de mañana; y referirnos a ellas con la dignidad y el respeto que merecen. Porque además, de manera coincidente y como hace más de un siglo, volvemos a requerir de ellas por su lealtad, institucionalidad y compromiso nacional para ayudarnos a reestablecer el orden en el país, ante el terrible clima de inseguridad y violencia que vivimos en gran parte del territorio nacional.
Como Senadores de la República, integrantes del Grupo Parlamentario de Morena, concurrimos con la propuesta del licenciado Andrés Manuel López Obrador, para que sea a través del desarrollo legal de la figura de la Guardia Nacional, prevista en la Constitución Federal, que podamos sentar las bases para generar eventualmente la ansiada pacificación que requerimos los mexicanos.
Por lo que promoveremos la construcción de un nuevo voto de confianza para el Ejército Mexicano y para la Armada de México, integrantes primordiales de las Fuerzas Armadas, con una participación perfectamente definida dentro de la referida Guardia Nacional, buscando coincidencias y respetando por supuesto las diferencias con todas las fuerzas políticas en el Senado representadas. Sin embargo, la inmovilidad normativa o las reformas a medias no serán opción para nosotros, como no lo son ya para ningún mexicano que haya sido víctima del delito en cualquier entidad federativa de nuestro país.
Asimismo, hemos reflexionado profundamente que el Legislativo tiene además de la facultad, la obligación moral de solventar la deuda contemporánea que tenemos con el Ejército y la Marina, nobles instituciones nacionales, que durante varios años han sido sacados discrecionalmente de sus cuarteles para ejercer labores de seguridad pública, sin el mínimo cuidado ni el respaldo legal sólido que merecía su delicada y alternativa misión.
El resultado ha sido el debilitamiento castrense por una sobreexposición estéril y el sesudo cuestionamiento tantas veces injusto, ya que cada paso que daba era por órdenes, siempre por órdenes, el sacrificado soldado mexicano; cuando lo que deberíamos haber sobre expuesto y cuestionado en todos estos años, era a numerosas de las corruptas autoridades, policías estatales y municipales de mando civil en el país, precarias en su desempeño ayer y hoy, a tal punto que hacen inevitable la propuesta del Ejecutivo que estamos discutiendo.
Dotemos entonces de herramientas para que las Fuerzas Armadas coadyuven adecuadamente y podamos dejar atrás cuanto antes esta crisis de seguridad sin precedentes, donde nada ganamos con discursos y réplicas rebasadas y fuera de tiempo, que debieron pronunciarse y aplicarse al calor de otras administraciones, donde quizás, si así hubiera sido, el actual debate giraría en torno al perfeccionamiento y no alrededor del origen de las soluciones que hoy ya con urgencia requerimos.
Como legisladores, la mejor forma de celebrar a nuestro Ejército Mexicano no es a través de mensajes en redes sociales, sino de reformar con ilimitada contundencia o carácter, las leyes que promueven el fortalecimiento del ejercicio y mejora continua de todos los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas, las que adicionalmente han sido las más aludidas en recientes épocas y se han mantenido con estoica prudencia, patriotismo sin límites y notabilísima lealtad al mando supremo civil, sobre su propio pasado, presente y futuro en el devenir. A ellas, toda nuestra consideración y justo valor en el esfuerzo que se desarrollará para beneficio de la Nación.
Senador de Morena
