El crecimiento industrial en la entidad podría tener repercusiones negativas en el medio ambiente, lo que representará pérdidas económicas, advirtió la catedrática de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), campus Querétaro, Adriana Rojas Segura.

El costo financiero que rebasa, en algunos rubros, los 500 mil millones de pesos es el impacto que genera el acelerado crecimiento industrial en algunas zonas del país.

En 2013, la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) promovió 38 programas ambientales para reducir la huella de carbono en la entidad, para los cuales fueron destinados poco más de 15 millones de pesos.

Explicó que de acuerdo con información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las Cuentas Económicas y Ecológicas de México señalan, en sus cifras de 2012, que la contaminación atmosférica en el país representó el mayor costo ambiental con un monto superior a los 532 mil millones de pesos; seguido del agotamiento de hidrocarburos, cuyas reservas descendieron 3.2%, con 217 mil millones; la degradación del suelo, 74 mil 500 millones; contaminación del agua subterránea y su sobre explotación con 29 mil 478 y el agotamiento de los recursos forestales por 14 mil millones.

En la zona del bajío, Rojas Segura consideró que por el impacto y presión que se generan sobre los recursos naturales debido al crecimiento y desarrollo industrial, va a haber consecuencias negativas en el mediano plazo.

Dijo que aun cuando los tres niveles de gobierno ejercen proyectos industriales con planeación y metodologías para minimizar los impactos ecológicos, la velocidad acelerada a la que está creciendo la actividad industrial en el estado generará afectaciones considerables en contaminación atmosférica, sobreexplotación de acuíferos y agotamiento de recursos naturales.

La degradación del suelo y la reducción de la recarga natural de los acuíferos degenerará el clima local.

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