Ya va a acabar el año, ¿vas a seguir levantándote pensando en que quisieras tener el día libre o en por qué te está sucediendo esto? Tu trabajo no te gusta y por desgracia, no eres el único. En el caso de México, según una encuesta realizada a más de 2 mil personas por el portal de trabajo Trabajando.com, más de la mitad (53%) contestó que no trabaja en lo que le gusta hacer.

Las razones por las que esto sucede son variadas. 29% no está conforme con la remuneración económica que recibe; 15% está inconforme porque su empresa no le reconoce los logros; 14% porque su jefe no es un buen líder; otro 14% lo atribuye a que su empresa carece de buen clima laboral; 14% asegura que no tiene posibilidades de ascenso y otro 14% se queja de que no se le permite ser creativo.

Puede deducirse de estos resultados que la satisfacción laboral es muy compleja y que no sólo tiene que ver con que a los trabajadores les guste lo que hacen, sino que se relaciona también con factores como el clima laboral, el jefe que se tenga o si se fomenta o no la creatividad. Según este mismo portal, 64% no trabaja en lo que estudió.

Pero, ¿qué hay cuando no te gusta lo que haces? Según lo que apuntan varios estudios, esta situación puede minar distintos aspectos de tu vida, tales como la salud.

El estudio La relación entre satisfacción laboral y salud: un meta-análisis, elaborado por académicos de la Universidad de Manchester, encontró, al revisar a su vez varios otros estudios, que el nivel de satisfacción laboral —la cual se entiende como las reacciones positivas hacia el trabajo— es un factor importante que incide en la salud de los trabajadores y que entre más satisfacción laboral sienten los colaboradores, más probabilidades de mejorar su salud tienen.

Es decir, que estar insatisfecho genera niveles de estrés altos que inciden de manera negativa en la salud de los trabajadores y que puede derivar en enfermedades físicas, cardiovasculares y tensión. Otro estudio realizado en Hong Kong y publicado en la revista Stress and Health encontró que hay un vínculo fuerte entre la satisfacción laboral y la salud y que éste se puede observar con mayor intensidad en las mujeres que en los hombres.

Así, trabajar en algo que no te gusta tiene muchos orígenes. Puede ser por necesidad, porque desde pequeño te prohibieron dedicarte a lo que te gustaba, porque quisiste emular a tus padres o de tus abuelos, por mencionar sólo algunos ejemplos.

Pero, ¿qué es lo que pasa cuando alguien trabaja durante mucho tiempo en algo que no le gusta? Produce adaptación, explica Ana Estrada, coach y directora de la consultoría Brújula Interior, la cual consiste en manejarte con base en habilidades que no representan talentos naturales de manera permanente, lo cual se convierte en nocivo.

“No sólo lo hago un año, sino que ya me instalo y desde ahí despacho la vida”, explica. Lo es porque tiene diversas repercusiones, en la salud pero incluso en otras áreas. Por ejemplo, la amorosa. De acuerdo con un estudio realizado por Terri Orbuch —una especialista en relaciones de pareja a quien le apodan “la doctora del amor”— encontró que las personas que aseguran ser felices en el trabajo también reportan ser felices como pareja.

“En efecto, la satisfacción laboral puede mejorar la felicidad en una relación… y hay evidencia de que tu infelicidad vivida 40 horas a la semana puede estar teniendo un efecto negativo en tu relación”, explica.

40 horas a la semana.

Trabajar en algo en lo que no eres bueno o en lo que eres bueno pero que odias (lo cual también es posible). Se trata de la dosis que tienes de esta insatisfacción, porque no se trata de que seas asistente y no te guste coordinar los suministros, sino que odias todo lo que realizas durante esas 40 horas a la semana.

“No se trata de salirte de tu área de confort para hacer habilidades que tienes que aprender pero no te gustan, eso es desarrollo. El cuerpo está preparado para manejar esto. Es cuando te manejas de manera crónica de esa forma, ahí es cuando generas estrés de manera crónica”, explica Estrada. Esto afecta el sistema inmunológico y te hace más propenso a enfermarte.

De hecho, el daño emocional, físico y de productividad que se sufre cuando se trabaja en algo que no te gusta es mucho mayor que en cualquier otra esfera por las horas que pasas trabajando, asegura la experta.

Diversos estudios apuntan a que aquellos que le encuentran un propósito a lo que hacen están más satisfechos con lo que hacen e incluso hacen funcionar mejor a un equipo. El Proyecto Aristóteles, un estudio realizado por Google hace un año con el objetivo de encontrar cuáles son las claves para que un equipo sea exitoso, encontró que una de éstas era que los equipos creyeran que su trabajo es importante.

Así, encontrarle el sentido a lo que se hace es fundamental para reducir la amargura que se siente a la hora de trabajar en algo que no te gusta. Es importante preguntarte, ¿Por qué lo haces? Es una pregunta básica pero quizá no la tienes clara. Quizá esto nunca te lo habías cuestionado pero es por ello que es esencial conocerse a sí mismo. Si lo estás haciendo porque aprendiste eso de niño o porque no sabes hacer otra cosa, por ejemplo, es un buen momento de reflexionar si no es un buen momento para darle un giro a tu vida laboral. Con este mismo hecho de reconocer qué es lo que te gusta e identificarlo, puede reducir tu cadena de estrés, explica la especialista.

Poco a poco

Ojo, si te estás dando cuenta de que estás haciendo algo que no te gusta sólo porque así te educaron o porque es la oportunidad que más fácil resultó en el momento y te quedaste en el mismo lugar por comodidad, si bien sería importante que dieras el giro hacia lo que quieres hacer, es importante remarcar que no se trata de renunciar mañana y correr tras los sueños recién encontrados.

Es importante hacer esta transición de manera gradual porque no quieres agregarle incertidumbre extra a tu vida.

Quizá tienes un trabajo administrativo pero te estás dando cuenta de que lo que a ti te gustaría hacer es escribir. Si es así el mejor consejo es poner manos a la obra, abrir un blog, acudir a clases de redacción, y en general, a realizar actividades que te puedan acercar a esta actividad que es la que sí te gusta.

Hacerlo va a ayudarte a disminuir tus niveles de estrés y de insatisfacción. No importa la edad que tengas, siempre es un buen momento de hallar algo que te nutre en la parte emocional, opinan los expertos.

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