Como cada año, el espléndido inmueble que albergó el convento de los frailes agustinos en Querétaro fue sede de una celebración que se ha convertido en una tradición. La noche del 28 de octubre, los Amigos del Museo de Arte de Querétaro convocaron a coleccionistas para realizar una subasta de piezas donadas por artistas radicados en nuestra ciudad, con el fin de recaudar fondos para las actividades propias de este recinto cultural y apoyar en su conservación.
Este espacio virreinal aloja a este museo creado en 1988. De inmediato, un grupo de personas comprometidas con las causas más nobles fundaron un organismo que fungiera como patronato del museo y fortaleciera sus acciones. Esta asociación, presidida por el arquitecto Ricardo Briseño Senosiain, cuenta entre sus miembros con empresarios, promotores del arte, constructores, artistas y ciudadanos que realizan gestiones para conservar el edificio, desde la adquisición de vehículos para transporte de piezas para exposiciones, iluminación de las salas y los espacios abiertos, hasta la compra de mobiliario, equipos de sonido ambiental o seguridad, las bancas o el cuidado de obras.
Todo el trabajo que realizan los Amigos es voluntario; de manera honoraria, cada uno de ellos aporta su tiempo, esfuerzo y talento para mover voluntades, solicitar apoyo de exitosas compañías con las cuales tienen nexos mercantiles, y ampliar así el número de benefactores del museo.
Gracias a la labor de los Amigos, el Museo de Arte de Querétaro, dirigido por Antonio Arelle Barquet, logra ofrecer magníficas exposiciones, conciertos, cursos, talleres, visitas guiadas, seminarios y programas educativos. La entrada al recinto es gratuita y libre. Este espléndido centro forma parte de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Querétaro, cuya titular es Marcela Herbert.
Los artistas donadores de la Gala 2022 fueron: Adriana Luna, Alejandro Vázquez, Angélica Noriega, Carlos Vivar, Coqui Vera, Daniel Seis, Esmeralda Neresis, Fabiola Falcó, Filippo Giusti, Gustavo Duque, Ignacio de Jesús Chávez, Isabel Baca, Jonatán Olvera, Juan Córdova, Knut Pani, Liliana Gálvez, Manuel Lomelí, Mazvyde Sakal, GAVAL, Patricia Arriola, Raúl Campos, Rita Jancauscaite, Sara Waisburd, Susana Alonso Martínez, Tania Quesada y Víctor López.
A lo largo de cuatro horas, los asistentes gozaron de música en vivo, con la orquesta de jazz Big Band, dirigida por Víctor Peña. Durante varios minutos, el coro del Tecnológico de Monterrey, bajo la dirección de Lucía Tapia Muñoz, cantó la suite coral Ciudad de Dios, de la autoría del maestro Juan José Bárcenas, que lleva un título homónimo del libro de Agustín de Hipona que ha trascendido los siglos y fue la inspiración para la creación del patio central de este monumento del siglo XVIII.
Hubo momentos marcados por la mística sensación de vivir una experiencia estética de gran significado. Los cantantes entonaron una pieza que acompañó el juego de luces que resaltaba los detalles de las figuras de Hermes de la planta alta, cuya piedra labrada parecía cobrar vida.
El martillo estuvo en manos de Juan José Díaz, quien logró una subasta exitosa, para recaudar los fondos que el museo requiere para seguir ofreciendo exposiciones de primer nivel de calidad.
Ese es el hechizo del arte: nos hace vivir de manera intensa días y noches de gala.
