Hacia 2006, el inquieto periodista Gabriel Campanario era encargado de generar ilustraciones para acompañar artículos, infografías o mapas. En aquel entonces era un campo  especializado en periódicos, cuando los medios de Europa y América apostaron por un mejor diseño de página.

Campanario descubrió que su afición por el dibujo podría tener fines narrativos y de comunicación. Para ello confluyeron una serie de circunstancias, como que se fue vivir a la ciudad de Seattle y se dejó sorprender  por un lugar nuevo. Los recorridos los hacía con cuaderno en mano y se dejó encantar por las calles y arquitectura. Al paso del tiempo y con la libreta llena de trazos, colores y narrativas, propone a sus editores una columna ilustrada, “Seattle Sketcher”, que salió  desde el año 2009 de forma ininterrumpida y hasta el 8 de agosto de 2021 la decidió pausar. Cada semana mostró  la ciudad desde un punto de vista del dibujo, “ya que el dibujo tiene cualidades irrepetibles”, dice.

Campanario comparte  que dentro de la columna “Seattle Sketcher”, “además acompañar esa ilustración con comentarios sobre lo que se observa,  [el dibujo] le da un valor a la historia más personal, diferente a las típicas  noticias”.

Con el paso del tiempo y tras un libro compilatorio de las columnas y una exposición  en 2014, parte de su labor ha sido promover el dibujo no sólo como pieza artística sino como medio de comunicación.

Apunta que  “nos olvidamos que el dibujo no es solamente una obra de arte para colgar en la pared, es una manera de comunicar un mensaje”.

Sobre su columna ilustrada, refiere que “tiene una tradición periodística muy importante, de la que a veces nos olvidamos. Y es que antes de que la fotografía naciera y que su reproducción en periódicos fuera posible, a la mitad del siglo XIX se tenía la capacidad de reproducir dibujos en los periódicos”.

Campanario recuerda que el periódico London Illustrated News  tuvo una plantilla de 60 ilustradores conocidos como special artist,  “que eran enviados a la guerra civil de Estados Unidos, y ello se convirtió en un modo nuevo de contar las historias visualmente. De esta manera, los sketchers que estaban en el lugar son los precursores de los fotoperiodistas. Antes de que el fotoperiodista se encargara de documentar visualmente las noticias, había sketchers, hacían lo mismo, les costaba más tiempo, era más complicado y además había que enviar el dibujo para que otros en la redacción lo volvieran a dibujar a partir del sketch para crear una ilustración más bonita. Tenemos ilustraciones del siglo XIX tan bonitas de momentos importantes en el Capitolio, de barcos en batallas navales en los que había dibujantes que estaban ahí documentando.

El dibujo tiene una función documental que a veces olvidamos. Yo creo que está resurgiendo”.

Los Urban Sketchers

Modestamente, Gabriel Campanario dice que no puede tomar crédito por el fenómeno que comenzó con 30 personas y que ahora agrupa a cerca de 120 mil miembros, repartidos en 60 países y 394 ciudades. Pero le queda claro que en 2006 estaba en el momento adecuado y el sitio adecuado.

El movimiento  de Urban Sketchers nace en aquel tiempo, cuando la tecnología de internet eran los blogs, luego llegará a la plataforma Flickr,  donde descubre a otros dibujantes  en ciudades como Nápoles, Nueva York o Los Ángeles.“Me gusta hacer dibujos, pero también me gusta verlos. Al ver todos estos trabajos, mi primer concepto fue simplemente crear un foro y una galería donde se pudieran ver todos esos dibujos al mismo tiempo. De esta manera se me ocurrió el nombre de Urban Sketchers. El nombre de Sketchers es la palabra más apropiada para un dibujo rápido, en inglés. Urban simplemente porque los dibujantes vivimos en ciudades pequeñas o grandes, y los temas suelen ser más urbanos”, argumenta.

Gabriel reflexiona que “como periodistas intentamos reflejar la comunidad en la que vivimos en todas sus facetas, y quería que lo que se viera viniera de todos los sitios, como Japón, de África, de Sudamérica. De esta manera conseguí que 30 dibujantes se animaran al proyecto. Luego fuimos incorporando cinco cada mes, a los que  llamaba corresponsales urbanos. Tenía el concepto de los corresponsales que envían sus reportajes desde sus ciudades. Mi idea fue que estos sketchers nos cuenten lo que está pasando, a través de sus dibujos, en todo el mundo”.

El lenguaje del dibujo

Finalmente,  Campanario cierra la conversación razonando que si alguien escribe un libro en inglés o en español se necesitará traducirlo para entenderlo, pero un libro de dibujos cualquiera lo entiende. “Ese es el lenguaje universal del dibujo, ese que narra un dibujo a la vez, la historia del ser humano en la actualidad de su momento histórico”.

Es autor de los libros Gente y movimiento, Arquitectura y paisajes urbanos. The Urban Sketching Handbook - Consejos y técnicas para dibujar in situ, ART OF URBAN SKETCHING

Campanario está de visita en  Querétaro.  Hoy, a las 4 de la tarde, dará una conferencia  en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQ). Los días 6 y 7  de abril, por las tardes, encabezará junto con el capítulo de Urban Sketchers de Querétaro dos dibujadas en el Centro Histórico y el sábado  estará con el capítulo de la CDMX. La conferencia y las dibujadas son de entrada libre.

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