Hoy es el Día Internacional de los Museos y la mayoría de los recintos celebrarán a través de internet. El confinamiento impuesto por el Covid-19 obligó a los museos a presentar sus exposiciones en las redes y seguir sus actividades de manera virtual, con resultados tan favorables que ahora la interrogante es: ¿qué tanto integrarán esta dinámica a su labor cotidiana, al terminar la cuarentena? Para los espacios independientes la pregunta es distinta: ¿cómo sobrevivir al golpe impuesto por la pandemia?
Este es el caso del Museo de la Zacatecana, que se ha declarado en crisis y ha lanzado una campaña de apoyo a través de la plataforma Donadora (donadora.org). Son 280 mil pesos los que esperan recaudar, para el pago de nómina y servicios.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Andrea Barrón Vargas, conservadora del Museo de la Zacatecana, explica que trabajan bajo el esquema de asociación civil sin fines de lucro, se mantienen de los talleres que ofrecen y la taquilla, sus principales visitantes son turistas y estudiantes.
El museo abrió sus puertas en el Centro Histórico de Querétaro hace 19 años, y por la contingencia sanitaria cerró desde el pasado 19 de marzo. “Y sí nos ha pegado muchísimo, justo por eso decidimos hacer esta campaña que es una especie de compra anticipada, cualquier donación tiene una recompensa que se puede hacer válida una vez que volvamos a abrir”, asegura Andrea.
El Museo de la Zacatecana ha expresado en diferentes tiempos la dificultad de mantenerse al ser un espacio independiente, pero ahora su situación es extrema, están en crisis.
Sí es una crisis que estamos viviendo, es una crisis a nivel general, somos muchos en situación de incertidumbre, pero las crisis también nos dan la oportunidad de sacar lo más creativo, enfrentar los retos con diferentes panoramas y esperamos poderla superar y seguir adelante.
¿Se han acercado a la Secretaría de Cultura de Querétaro para exponer su problemática?
Sabemos que es un momento complicado, incluso para las dependencias gubernamentales, sabemos que la prioridad en este momento del ejercicio fiscal está enfocada a la pandemia, entonces se nos hace sensible tratar de buscar apoyo gubernamental en este momento porque no queremos desviar ningún recurso que vaya a salud pública.
¿Cuál es la dinámica de la campaña, el monto que solicitan y para qué requieren el dinero?
La campaña inició el 4 de mayo a través de la plataforma Donadora, es un espacio que permite hacer donaciones de manera más sencilla en un espacio virtual. Estamos tratando de reunir 280 mil pesos, es una cifra que sacamos a partir de calcular las pérdidas que vamos a tener por el cierre y las que creemos que también vamos a sumar por la disminución de turismo, debido a las restricciones que se aplicarán en los siguientes meses y por los picos de la pandemia; es una cifra que nos ayuda a mantener aspectos elementales del museo como pago de nóminas y servicios, y la parte de la conservación, para que podamos seguir trabajando.
¿Cuántas personas laboran en el museo?
De manera directa laboramos siete personas, casi todos tenemos un cargo, pero todos estamos envueltos en la atención del visitante en algún momento u otro; de forma externa tenemos a siete colaboradores, desde el relojero, quien da servicio a la colección de relojes, parte de diseño, contabilidad, además de los maestros de talleres.
¿Cuál es el número de visitantes que tienen en sus registros y de dónde son?
En promedio al mes tenemos dos mil visitantes, cifra que fluctúa mucho porque en ocasiones como puentes, vacaciones de Semana Santa, vacaciones de invierno y verano sube mucho, y en su mayoría son turistas nacionales, nosotros dependemos del turismo nacional, son nuestros visitantes número uno, después nos visitan muchos escolares, y sabemos que no podrán venir en los próximos meses por eso es que nuestra situación es crítica y se nos ocurrió la donación para enfrentar esa parte.
¿Cuándo finaliza la campaña?
El 3 de junio termina la campaña, esperábamos que en junio pudiéramos abrir, pero estamos atentos a las disposiciones gubernamentales; de ahí en adelante si alguien quisiera apoyar al recinto lo puede hacer a la cuenta del mismo museo y le extendemos su recibo de donativo.
¿Qué experiencias les ha dejado el ejercicio de que la mayoría de las actividades culturales se han vuelto virtuales?
A finales de año teníamos planeado hacer algunas actividades virtuales, pero teníamos dudas y la verdad es que viendo la respuesta que han tenido otros museos, en los recorridos virtuales, sí nos anima a comenzar a trabajar en esta parte y hacerla crecer y demostrar que también es una barrera a romper en el museo.
