“No podríamos entender la danza contemporánea en México sin la figura de Jaime Blanc”, con esas palabras comenzó en el Teatro de la Ciudad el homenaje póstumo al bailarín, coreógrafo, docente e investigador Jaime Blanc Zamora (1949-2024). En dicho evento, en donde se presentó la coreografía Tres, Jesús Tussi compartió que las últimas palabras de Jaime Blanc fueron “Me cuesta soltar la danza”.

Tussi dijo también que la muerte del maestro Blanc deja expuestas las necesidades económicas y de atención médica a las que se enfrentan los grandes artistas en México.

“Nos deja una gran lección, pongamos atención de que hombres con tal envergadura tengan que morir de una muy mala manera, en un hospital con bajos recursos. Por 15 años estuvo luchando para poder salir adelante, pero las condiciones económicas no nos favorecían, hay mucha labor que hacer en cuanto a la gente que ha dado su vida al arte, se debía de contemplar un tipo de seguro para gente de 70 o 80 años que dedicaron su vida a la danza, en este caso el maestro no tuvo eso y murió de la manera más horrible que se pueden imaginar”, afirmó.

Laura Corvera expresó que para Jaime Blanc la danza “era dibujar la vida con esos cuerpos”. Mientras que Teresa García Besné, titular de la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, destacó que trabajaban en un evento para celebrar los 54 años de su trayectoria, además de un proyecto en homenaje al pintor Rufino Tamayo, con la participación de otros artistas.

El homenaje póstumo que se realizó en Querétaro fue como Blanc hubiera querido, con danza, por ello se presentó Tres, pieza intervenida por su último equipo de trabajo “Teatro Coreográfico Alternativo”, conformado por Jesús Tussi, Fernando Medina, Carlo Somera, Rayito Zamudio y María Arroyo.


Esta pieza resalta la lucha interna de sus tres personajes, que con la sobriedad y la incapacidad de comunicarse saben que están ahí el uno y el otro, mediante la contención de su cuerpo, resaltando con sus movimientos el sello particular de Jaime Blanc: la teatralidad y la corporalidad.

Dicho montaje estaba previsto para presentarse en el Museo de la Ciudad, los próximos 9 y 10 de marzo.

También se tiene contemplado, para el 19 de febrero, a las 12:00 horas, homenaje al bailarín y coreógrafo en el Palacio de Bellas Artes.

La danza lo trajo a Querétaro

Jaime Blanc llegó a Querétaro con el Ballet Nacional de México, coordinado por Guillermina Bravo. Cuando terminó el Ballet Nacional se fue a Monterrey, por 10 años. Después regresó a Querétaro, y fue la danza quien lo trajo de vuelta. “Yo necesitaba hacer un tipo de danza que no se podía hacer en otro lado y por eso regresé aquí, tratando de hacer lo que necesito como artista”, expresó.

En 2023, en la entrega de Preseas y Celebración de Homenajes Póstumos, recibió la Presea Germán Patiño, una distinción que se otorga a personas que han invertido su talento y esfuerzo a favor de la creación, promoción y difusión de las artes y el incremento del acervo cultural del municipio de Querétaro.

Blanc fue becado por el Instituto Indio de Relaciones Culturales en dos ocasiones para estudiar Danza Drama Kathakaly, miembro del Sistema Nacional de Creadores en cuatro ocasiones y recibido las distinciones: Premio José Limón en 2003 y Premio a las Artes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en 2015.

Recibió un homenaje en el Festival Raúl Flores Canelo en 2016, y en 2018 un reconocimiento por sus 45 años de trabajo en la danza. Además de recibir el Reconocimiento Danza UNAM 2020. Su legado se enumera en más de 50 coreografías.

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