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Ubicada a poco más de una hora de la ciudad de Querétaro, en la comunidad de Ejido Patria, municipio de Colón, la Barranca de los Pilones —también conocida como el Cañón de los Pilones— es un paraje poco explorado, pero lleno de sorpresas.
Situada a 28 kilómetros de la cabecera municipal y rumbo al Pinal del Zamorano, este sitio ofrece una experiencia única para los amantes del senderismo, la historia y los paisajes agrestes.
La ruta hacia Los Pilones ya es en sí una travesía: se debe seguir un camino de terracería que serpentea entre la vegetación semidesértica hasta alcanzar un punto desde donde comienza la caminata hacia el cañón. El sendero no es sencillo, pero sí muy gratificante. Tiene una longitud aproximada de entre 10 y 12 kilómetros ida y vuelta, con una dificultad media-alta que exige preparación física, buen calzado y respeto por la naturaleza.
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¿Qué hace especial a este cañón?
El nombre del lugar proviene de las peculiares formaciones rocosas que se levantan entre la barranca: bloques naturales de piedra con forma cónica que parecen pilones gigantes. Estas formaciones no sólo destacan por su rareza geológica, sino también porque se han convertido en un punto de interés para escaladores y aventureros.
A lo largo del recorrido, el paisaje cambia de manera notable. Se transita de un entorno seco con nopales, biznagas y madroños, a uno más boscoso y fresco, especialmente al ascender hacia las zonas más altas de la barranca. El contraste entre los ecosistemas y la riqueza de la flora son parte del encanto natural de esta región.
Además, la zona ha sido equipada con rutas señalizadas, una tirolesa, zonas para rappel y puntos de escalada. Si bien sigue siendo un destino rústico, poco intervenido, algunos habitantes de la comunidad ofrecen comida casera a precios accesibles, lo que complementa la experiencia con sabores auténticos del campo queretano.
¿Qué misterios esconde este lugar?
Más allá de su belleza natural, la Barranca de los Pilones está envuelta en una atmósfera de misterio. Se dice que en 1917, una banda de bandidos utilizó esta zona como escondite para asaltar a arrieros y viajeros.
Enfrentados por tropas federales, cerca de 200 de estos hombres fueron abatidos en la barranca y sus cuerpos quedaron sin sepultura durante años. Las historias locales hablan de restos óseos que podrían verse a simple vista, e incluso de entierros secretos de tesoros jamás encontrados.
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Por otro lado, durante la Guerra Cristera, también se convirtió en refugio para los “alzados”, quienes huían de la persecución religiosa. Estos pasajes históricos han convertido a Los Pilones en un lugar cargado de leyendas, silencio y una energía que muchos aseguran se siente al caminar entre sus piedras.

¿Se pueden visitar cuevas y vestigios prehispánicos?
Sí. A lo largo del camino se encuentran varias cuevas, como la llamada Cueva del Hoyo o Joyo, famosa por un orificio en su techo que deja pasar un haz de luz natural. Estas grutas no sólo son puntos ideales para descansar y explorar, sino que en muchas se han hallado petrograbados y pinturas rupestres, evidencia del antiguo paso de culturas prehispánicas por esta zona.
Estos vestigios son una muestra más del valor cultural del lugar, que combina naturaleza, historia y pasado ancestral en un mismo espacio. En este sentido, Los Pilones no es sólo un destino para el turismo de aventura, sino también para quienes disfrutan del patrimonio cultural y arqueológico.
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¿Qué tan accesible es esta experiencia?
Aunque no se trata de un sitio con infraestructura turística desarrollada, el acceso a Los Pilones es posible para quienes buscan experiencias auténticas. Las rutas de senderismo están señalizadas y el trayecto se puede consultar en aplicaciones especializadas.
Es ideal ir acompañado, llevar agua, protección solar, impermeable en temporada de lluvias y avisar a alguien antes de iniciar la caminata, ya que en muchas partes no hay señal de celular.
Es común encontrar a habitantes locales dispuestos a guiar a los visitantes por senderos poco conocidos, lo que enriquece la experiencia al permitir conocer las historias de viva voz de quienes han crecido en esta región.

¿Por qué visitar Los Pilones?
La Barranca de los Pilones es un lugar que combina paisajes únicos, una atmósfera cargada de leyendas, vestigios antiguos y la calidez de las comunidades queretanas. No es un destino turístico convencional: aquí no hay tiendas de recuerdos ni señal telefónica constante. Lo que hay es silencio, historia, senderos que exigen, y una naturaleza que se impone con fuerza.
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Colón, Querétaro, ha sido durante años un referente del turismo religioso y rural. Pero en rincones como este, también se revela como un paraíso escondido para quienes buscan experiencias profundas, memorables y alejadas del bullicio.