Australia: país de los canguros y koalas. País de domadores de cocodrilos y desiertos color ocre. País con cuatro ciudades casi siempre rankeadas entre las mejores del mundo para vivir. País de contradicciones. País de incendios forestales e inundaciones. País que al cerrar sus fronteras a causa de COVID-19 se topó con estudiantes internacionales desempleados; la mayoría esperando el resultado de su aplicación a extensiones de visado y residentes cuasi permanentes, todos en el limbo, todos en procesos cuasi kafkianos.

Son aún pocos los libros de autores australianos traducidos al español. Las excepciones han sido escritores laureados como el ganador del premio Nobel Patrick White, el autor de la novela La bofetada (The Slap) Christos Tsolkias y el autor de la novela Óscar y Lucinda (Oscar and Lucinda), Peter Carey.

Pero ¿qué se escribe en Australia hoy?¿Quiénes son los autores que hay que leer? Las respuestas a ambas preguntas son muchas y variadas, y dependen, en parte, de quien escriba la recomendación. Sin embargo, además de leer a voces nuevas como la de la poeta Jazz Money (How to make a basket) y otras no tan nuevas como la del escritor Tony Birch (The white girl), debemos destacar que hoy Australia está abriendo, poco a poco, más espacios a las voces de sus migrantes: el Australian Bureau of Statistics calcula que hay más de 7.6 millones de migrantes en el país, siendo Inglaterra, India y China los países con mayor representación.

Pero los libros sobre la migración de Latino Americanos a Australia aún son pocos. En los últimos cinco años, sin embargo, las voces latinoamericanas aquí han comenzado a destacar. Por ejemplo, el libro m//otherland (traducido al español como La otra matria, Revarena Ediciones, 2022) del autore Asiel Adán Sánchez, fue highly commented en los Victoria Premier’s Literary Awards en 2021.

Mucho tiene que ver con este ‘descubrimiento’ de la literatura hecho por latinoamericanos en Australia el poeta y editor Alejandro del Castillo, quien publicó el libro de Sánchez cuando radicaba en Melbourne.

Residencia permanente: un retrato de la Australia que casi nadie ve
Residencia permanente: un retrato de la Australia que casi nadie ve

Durante los cuatro años y medio que Del Castillo vivió en la capital cultural australiana realizó estudios de posgrado, trabajó en su poesía y colaboró con el colectivo A Voz Limpia, con el cual publicó el libro bilingüe Foliaje, una colección de cuento breve y poesía escrita por nuevas voces latinoamericanas y australiano-latinoamericanas.

Su primera colección de poesía, Residencia permanente, publicado primero en Australia bajo el sello A Voz Limpia y re-editado en México por Eólica Grupo Editorial, logra hacer un retrato de la Australia que recibe a los migrantes no solo de América Latina sino de todo el mundo con puertas semi abiertas.

El libro también deja ver las similitudes entre México y Australia, ambos países con un pasado colonial que no han hecho las paces con su historia y donde el clasismo y el racismo cotidiano da pie a la violencia y desigualdad social.

Del Castillo, premio de novela breve Rosario Castellanos 2019 por la novela Irineo, llegó a Australia a través de los estudios de posgrado. En Residencia permanente nos lleva a recorrer el Melbourne de antes y durante de los incendios forestales de finales de 2019 y principios de 2020, del COVID-19 y de la cuarentena de 263 días que le cambió la vida y el estatus de visa a quienes se encontraban en la ciudad con visas temporales. Como Del Castillo escribe:

los migrantes somos clientes

con apellidos apilados

durante siglos

narrativa

del nacimiento y la procedencia

¿qué significa subclase?

: un ave

acuática y esbelta, que se alcanza a ver

(que se alcanza en vuelo) más allá

a orillas del río tacubaya: melbourne

con sus junkies en san kilda y sus musulmanes

pateados por un dios rubio; con sus latinos

bailando salsa, briagos de melancolía

(fuera de eso) adentro del delirio

no hay más que panfletos,

pasaportes, banderas

Residencia permanente se divide en cuatro tipos de visas que nos van llevan por diferentes partes de Melbourne, presentando personajes diversos, incluido el mismo paisaje de la ciudad. Así escuchamos al río Yarra, conocemos el centro de la ciudad, la icónica playa St Kilda, los barrios bohemios de Fitzroy y Brunswick; conocemos a nuevos amigos (temporales o no) y somos testigos del racismo y clasismo que se vive en Australia.

Con las noticias de un mundo que va cerrando fronteras y de un Melbourne que va cerrando puertas sobre sí mismo hasta que deja expuestos sus propios huesos. Es decir, nos muestra la desigualdad social y la melancolía que permea a una ciudad que se busca definirse a sí misma como una multicultural o no, cambiante y abierta o no. Sus suburbios en constante choque, su postura dependiente del lado del río en el que se encuentran.

Residencia permanente entonces se vuelve un viaje casi Joyciano en donde vemos al poeta ‘caminar’ durante cuatro años y medio para encontrar ese regreso a casa. Así vemos a Del Castillo dialogar con sí mismo y otros para buscar respuestas. Aquí no hay Circe, pero sí hay una vagabunda que le comparte su historia, no hay Stephen Dedalus pero sí amigos latinos, todos llenos de melancolía, apoyándose los unos a otros para encontrar ese mítico sentido del hogar. Hay otros estudiantes, jóvenes que han vivido violencia doméstica, fantasmas del pasado y todas, en su mayoría, están en ese un rango de cinco kilómetros, los impuestos durante la cuarentena para evitar los contagios. Y así, moviéndose entre la poesía y la prosa, el diálogo y el monólogo, las clases en línea, la estaciones de policía dónde una mujer habla sobre su experiencia de violencia doméstica y las noches en la ciudad, Del Castillo nos muestra Melbourne y a sus habitantes durante la pandemia y saliendo de ella:

tantas calles vacías, con sus plazas y sus parques, donde vaga el

recuerdo de la ciudad que presumía la mejor calidad de vida en el

planeta. sobre su memoria, crece la hierba, más verde que nunca:

flores cubriendo un mundo antaño, desolado por índices disparados

en abuso de drogas, enfermedades

Residencia permanente es uno de los primeros libros que retratan los años de la cuarentena global y las realidades de millones de estudiantes internacionales y de personas a la espera de una respuesta de visado. Es un retrato también de la realidad de quienes, lejos de sus familias, perdieron a un padre o madre.

Del Castillo nos abre una ventana a su altar de muertos y nos platica sobre su padre, quien falleció en México mientras él estaba en Melbourne, y lo que significa la lejanía y la imposibilidad de llevar el luto en casa. Así una ofrenda de Día de Muertos se transforma en un poema de lamento y un punto culmen del libro.

you have to give him a name

dijo al ver la calabaza terminada

yo mascullé tu segundo nombre

el que no te gusta, no sé por qué

ella lo repitió despacio

yo resoplé, contrariado

como si los acabara de presentar

Antes de que las restricciones por el COVID-19 concluyeran tembló en Melbourne. El terremoto de más de cinco grados cimbró a una población resentida por la situación local: un país que no había sanado del duelo de los incendios forestales, que se encerró durante COVID y que no ha podido sentarse a lamer las heridas y entender qué ha pasado con su población qué significa esto para sus residentes - permanentes o no.

Del Castillo hace un paralelo entre los temblores de la Ciudad de México y el temblor del 22 de septiembre de 2021 en  Melbourne. Recuerdos de la infancia se mezclan con los nuevos y así se abren cimientos para dejar entrever que el pasado siempre nos visita, sin importar nuestro lugar de residencia.

Este es un poemario esencial para entender a la Australia contemporánea. Un recorrido por los procesos burocráticos de los visados y las restricciones a las que uno se somete para obtener la residencia permanente y el viaje de regreso a lo que significa ‘nuestra casa’.

A principios de 2022, A Voz Limpia publicó algunos de los poemas de Residencia permanente en inglés en una edición especial titulada Permanent Residency. Esperemos pronto aquí en Melbourne, desde donde escribo esta reseña, ver la colección traducida en su totalidad.

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Sobre la autora 

GabrIella Muñoz es una escritora y editora Mexicano-Australiana radicada en Melbourne. Sus textos han sido publicados internacionalmente en revistas como Icónica, Picnic, Muy Interesante, Meanjin, Cordite y Máscara Literary Review, entre otros. Es la editora de Puentes Review.

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