Con dos invitados de lujo, el director Christian Karlsen y el guitarrista Jacob Kellermann, ambos de Suecia, la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ) celebrará el Concierto de Aranjuez este jueves 26 de septiembre a las 20:00 horas, en Teatro Metropolitano, iniciando con la obertura de La fuerza del destino, de Giuseppe Verdi; el concierto de Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, y la Sinfonía no. 4, de Carl Nielsen.

Karlsen ha trabajado con destacadas orquestas, como la Filarmónica Real de Estocolmo, Orquesta Sinfónica de Gotemburgo, entre otras. En 2018 fundó el Festival Gränslandet – Symfonisk Fest en Estocolmo, junto con el pianista David Huang. Este año debutó en la Deutsche Oper de Berlín y grabará un disco al frente de la Filarmónica de Londres.

Kellermann inició sus estudios de guitarra a la edad de ocho años, y se ha especializado en Suecia, España, Países Bajos y Alemania. Se presenta regularmente en las principales salas de concierto de su país y ha realizado giras por Alemania, Francia, Países Bajos, la República Checa, China y Corea del Sur. Ahora, los dos músicos se encuentran en Querétaro para compartir el escenario con la OFEQ.

“Ambos artistas, el director y solista, vienen con un apoyo valioso del Ministerio de Cultura de su país, gracias a lo cual es posible que se presenten en Querétaro; ambos están haciendo su debut con la Filarmónica de Querétaro, y es realmente importante porque son artistas de primera línea, muy pocas veces tenemos la oportunidad de tener en Querétaro artistas de esta categoría”, dijo Ludwig Carrasco, director titular de la OFEQ.

Sobre el concierto de Aranjuez, Carrasco comentó “que es posiblemente el concierto más famoso para guitarra y orquesta, cuyo segundo movimiento ha sido objeto de numerosas grabaciones y versiones, no sólo para guitarra y orquesta, para muchas otras combinaciones incluyendo grupo de rock”.

La Sinfonía no. 4, de Carl Nielsen, conocida también con el nombre de Inextinguible, es una obra compuesta en el contexto de la guerra que pocas veces se escucha en México.

“Se llama Inextinguible porque hace referencia al deseo de vivir, fue compuesta en la Segunda Guerra Mundial y Nielsen retrató muy bien las emociones que había en ese entonces, hay desde la tristeza, desesperación, pero también el sentimiento de esperanza que surge en el ser humano cuando hay una situación de estas características, es una obra muy complicada para la orquesta, pero es un obra muy bella, es una pieza que se interpreta muy poco en México”, detalló Carrasco.

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