Interesado en los valores de identidad y los estudios socioambientales, Alfonso Alatorre creó la pieza Corazón pequeño, durante su residencia artística en Estadía Galería Víctor López, en Querétaro.

Alfonso es originario de La Piedad, Michoacán, radica en Ciudad de México, estudió la licenciatura de Ciencias de la Tierra y actualmente cursa el posgrado de Ciencias de la Sustentabilidad.

Su acercamiento al grabado se dio en el Taller de la Imagen del Rinoceronte. Y el interés por trabajar desde la ciencia y el arte, forma parte de una búsqueda personal y profesional.

“Corazón pequeño es la conformación del espacio íntimo ante el exterior, retomando las costumbres de donde yo vengo, La Piedad, Michoacán, de los vestidos típicos de las mujeres purépechas, y cómo se conforma su espacio y cómo se ven en el exterior”, explica en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

El artista Alfonso Alatorre crea un Corazón pequeño
El artista Alfonso Alatorre crea un Corazón pequeño

Con la necesidad de un discurso distinto, su obra no se basa en los colores clásicos del grabado, blanco y negro, “tengo un interés de generar un discurso propio en la gráfica y llevarlo a un medio mucho más pictórico, permitiendo otro tipo de discursos a través de la propia técnica y la propia herramienta”.

La pieza creada en Querétaro forma parte de su proyecto de maestría, una investigación centrada en la “conformación del espacio a través del medio visual, que se planea a través de trípticos, polípticos, un registro visual de la conformación del espacio por medio de la apropiación humana y la interacción”.

Lo que le interesa a Alfonso, al momento de indagar entre ciencia y arte, “no sólo es la cuestión práctica aplicada, sino la cuestión discursiva del medio, cómo se van conformando los puntos de vistas estéticos a través de intervenciones humanas y cómo va modificando el comportamiento de la mayoría de la población”.

El movimiento artístico en Querétaro

El artista Alfonso Alatorre cierra 2021 en Querétaro, con esta residencia en la Galería Víctor López y los talleres de La Madriguera Gráfica, aunque realizó dos visitas previas.

“Es la tercera estancia que hago en Querétaro, en las primeras era una búsqueda por encontrar un diálogo propio entre las identidades y el paisaje, y esta tercera intervención se centró en el proyecto, en ver cómo las personas perciben su entorno con base en la formación estética y cómo eso va impactando en sus actividades personales, estoy haciendo un registro de retrato como medio discursivo y del paisaje como medio de conformación”.

Conocer la ciudad también lo llevó a observar su movimiento artístico. Y con una mirada externa, aprecia con especial el interés el trabajo que realizan los creativos emergentes.

“Me llamó la atención cómo se entiende la gráfica en Querétaro, la escena emergente de los artistas lleva el discurso de la apropiación del espacio y forma un diálogo con la sociedad, y se me hace muy curioso cómo se interviene con los artistas consolidados, y ahí se me hacía un poco distópico porque ellos buscan una parte más clásica, mientras los emergentes tienen una ruptura total por los medios; y se me hace bastante pertinente lo que dicen algunos compañeros de que, al final, Querétaro es un laboratorio emergente tanto en la artes gráficas como en los medios visuales”, afirma.

Sobre el proyecto de residencia artística que emprendió en este 2021, en la Estadía Galería Víctor López, destaca la labor de vinculación y acompañamiento que ofrecen a sus invitados.

“El proyecto está vinculando los puntos de la República, en cuestión de la gráfica, en un solo lugar, podría decirse que Víctor hace como un mapeo de la escena nacional de cómo están llevando la gráfica, no sólo con los artistas consolidados, sino con los artistas emergentes, y creo que es algo vital porque es darle un punto de vista y voz a la escena emergente, es una labor sumamente loable”, agrega el artista.

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