Huimilpan, Querétaro, es un destino turístico que conjuga tradición, espiritualidad y naturaleza. Aunque es más conocido por sus haciendas coloniales y productos artesanales, como el queso y el vino, este municipio guarda un tesoro poco conocido pero muy significativo para el turismo religioso: el cerro con el rostro de Cristo.
La Peña del Rostros o “cerro con el rostro de Cristo” se ubica entre los poblados de El Granjeno y El Vegil, a lo largo de la carretera que conecta Huimilpan y Corregidora.
El ascenso inicia cerca de la desviación de El Granjeno, desde ese punto el sendero empedrado marca el inicio de una caminata de aproximadamente 2 kilómetros hasta la cima.
Durante el recorrido, los visitantes atraviesan paisajes típicos del semidesierto queretano, con nopales, rocas y árboles de ramas secas. El sendero, aunque rústico, está bien delimitado y es frecuentado tanto por excursionistas como por peregrinos, especialmente durante fechas religiosas.
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La cima del cerro alberga una capilla y dos esculturas de arcángeles que resguardan el lugar. Según relatos locales, durante la evangelización, los misioneros utilizaron la silueta del cerro —que parece mostrar el rostro de Cristo recostado— como símbolo espiritual para atraer a las comunidades originarias. Esto le dio al lugar una profunda carga religiosa, que perdura hasta hoy.
El sitio se convierte cada 15 de mayo en punto de reunión para una celebración religiosa organizada por los habitantes de El Granjeno y El Vegil. La peregrinación a pie hasta la cima es vista como un acto de fe y reflexión.
A más de 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar, la cima de la Peña del Rostro ofrece vistas panorámicas que alcanzan a cubrir Querétaro, Corregidora y Huimilpan. Desde ahí es posible ver el Parque Nacional El Cimatario y otras formaciones geológicas de la región.
Al caer la noche, las luces de la ciudad se combinan con la tranquilidad del entorno, creando un ambiente ideal para la meditación o el descanso espiritual.
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El ascenso al cerro es de dificultad media. Se recomienda iniciar temprano, llevar calzado adecuado, agua suficiente y lámpara si se planea subir por la tarde. La ruta puede realizarse en familia o en grupos organizados y es ideal para quienes buscan experiencias de turismo religioso o de conexión con la naturaleza.
Visitar el cerro con el rostro de Cristo es sólo una parte de lo que Huimilpan ofrece. Este municipio se distingue también por sus haciendas coloniales como Los Cues, La Solariega y Lagunillas, que funcionan como recintos para bodas y eventos.
Además, cuenta con viñedos boutique como La Terquedad y Casa Vegil, así como queserías de renombre como Rancho San Josemaría y Pradales.
Huimilpan no sólo es un destino de descanso, es también un lugar donde la historia, la fe y la naturaleza se entrelazan en cada rincón.