Con recorridos para recolectar hongos silvestres, exposición de especímenes, muestra gastronómica, concursos de dibujo y cuento infantil, una obra de teatro y un círculo de reflexión sobre hongos, medio ambiente, cultura, territorio y derecho indígena, se llevó a cabo la ya tradicional “Feria Cultural del Hongo” en Amealco, organizada por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

En esta ocasión, y dado que se trata de una Feria itinerante, fue la comunidad de Tenasdá —del Barrio de San Ildefonso Tultepec— la sede de la IV edición de este evento, cuyo objetivo es recuperar y transmitir a las siguientes generaciones el conocimiento de los pueblos originarios alrededor de un producto de gran relevancia cultural para las comunidades ñäñho de Amealco.

Durante la inauguración, la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca, resaltó la importancia de que la actividad humana se desarrolle en armonía con la naturaleza pues, dijo, los seres humanos no son los dueños del planeta ,sino una parte del rompecabezas.

En el mismo sentido, al señalar la reciente conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena, la Rectora destacó el papel de las mujeres de los pueblos originarios en la transmisión y conservación de la cultura de las comunidades indígenas, así como en la labor de cuidado y protección de los recursos naturales.

La activista y guardiana del bosque, Isabel Pascual, señaló que la cultura del hongo se transmite desde los abuelos y los papás; además de que existe una conexión particular con los infantes, porque “los hongos nacen de las risas de los niños”.

Así mismo, la representante de San Ildefonso Tultepec señaló que la recolección de hongos debe hacerse con respeto y cuidado, pues no cualquiera puede distinguir entre los alimenticios y los tóxicos; además de que debe hacerse racionalmente: “si no te lo vas a comer, no lo cortes, porque hay animalitos como el tlacuache y la ardilla que también necesitan alimentarse”.

“Ojalá que esta cultura del hongo se transmita a las nuevas generaciones y que se sepa que no cualquiera sabe identificar, guisar y comer los hongos”, manifestó Pascual García.

Por su parte, Enedina Álvarez, representante de Santiago Mexquititlán, indicó que hay que cuidar la naturaleza porque ya no hay tanta abundancia de hongos como antes.

“Se acaba el bosque, se acaba el agua y ya no hay oxígeno para nosotros. Hay que defender lo nuestro y no hay que envenenar la tierra. Los abuelos duraban mucho porque comían sano, ahora comemos muchas cosas que no debemos. Ese necesario enseñar a los niños y a los jóvenes a comer y conocer la naturaleza”, apuntó.

A este respecto, María José Morales Montes de Oca, representante del Instituto Intercultural Ñöñho, otra de las instituciones que participan en la organización de la Feria Cultural del Hongo, expresó que este evento es una muestra de la resistencia de los pueblos indígenas: “demostramos que seguimos aquí”.

El coordinador General de la Feria, Roberto Aurelio Núñez López, resaltó el trabajo que se efectúa alrededor de la preservación del conocimiento de los pueblos originarios de Querétaro, pues no únicamente se trata de conocer más sobre los hongos, sino que las actividades se proyectan desde una perspectiva más amplia, como aprender la cosmovisión, el cuidado de la naturaleza y la importancia alimenticia y económica para las comunidades amealcenses.

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