Alex creció escuchando a Kiss y The Rolling Stones. Su mente tiene intacto el recuerdo infantil de aquel festival de 10 de mayo, cuando pidió ir vestido de Ace Frehley, integrante del grupo Kiss, con una guitarrita de madera que le pintaron de plata.

Empezó tocando el piano, sabe de batería, pero su fuerte es la guitarra. Siendo zurdo, le tocó cambiar las cuerdas de la guitarra acústica en la que aprendió a tocar y fue hasta después de los 20 años que llegó su primera guitarra eléctrica para zurdos. “Yo decía: No quiero una guitarra acústica, quiero una guitarra eléctrica, quiero dar el guitarrazo y hacer sonar el metal, sentir que de mis manos sale ese sonido”.

Aunque la música siempre estuvo presente en su vida, nunca fue su primera opción. Entre risas cuenta que quería ser futbolista y hasta lo llamaron de las fuerzas básicas del América, pero ganó el peso de la historia familiar y se dedicó a la medicina, como su abuelo y sus tíos.

“Soy de familia de médicos, mi abuelo fue médico cirujano, hizo el primer hospital privado de Uruapan, Michoacán, de donde somos originarios, y también inauguró el hospital civil de Uruapan. Mi papá fue el que me dijo: ‘Tienes que ser médico’, yo creo que él vio algo en mí”.

Su primera agrupación se llamó Vértebra, la creó cuando era estudiante de medicina, junto a otros compañeros.

Alejandro Sosa Gallegos es hoy un reconocido especialista en neurocirugía funcional, estereotaxia y columna vertebral, radicado en Querétaro. Es común verlo con la tradicional bata blanca que distingue a los médicos; su voz es baja y pausada, inspira tranquilidad al paciente, pero cuando le toca dar concierto con su banda, el look es de pantalón y playera negra, algunas veces porta chaleco de mezclilla, anillos y otros accesorios que cuelgan al pecho, otros en sus manos. Toca la guitarra eléctrica, hace que la música suene a un volumen insano, él mismo lo confiesa; y se describe como el “gritante” de su banda.

Listos para salir a escena

Black Label Brothers es el nombre de la banda de Alex Sosa, integrada por hermanos, primos y algunos amigos. No todos son médicos y la alineación cambia según los tiempos de cada integrante. Alex dice que antes de la música, primero están sus pacientes y es por esa razón que aceptan pocas presentaciones.

Las agendas se han ajustado para que este jueves 30 de mayo, Black Label Brothers se presente en la explanada de rectoría de la Universidad Autónoma de Querétaro, en un concierto abierto a todo público, para celebrar los “60 años de la Beatlemanía en México”, donde también tocarán Nowhere Men y Dr. Boha.

El concierto es organizado por el programa de Radio UAQ, Antologías de los Beatles, de Ricardo Chapa, que promueve el Festival Antologías de los Beatles. En la edición del 2023, el encuentro dedicó su concurso de bandas a los médicos, en homenaje al trabajo realizado en la pandemia. Se lanzó una convocatoria a bandas integradas por personal del sector salud.

Black Label Brothers ganó el segundo lugar del certamen, por ello los invitaron para el concierto del jueves, que está programado a las 19:00 horas.

Alex revela que antes del festival no era cercano a la música de los Beatles, pero recordando a su tío Edy, médico que murió en la pandemia, y su suegro, ambos fallecidos y seguidores del Cuarteto de Liverpool, se animó a participar. “Dije a su salud van estas rolitas, hasta se me salieron las lágrimas. Y ya me gustan las canciones y hasta las canto, porque resulta que soy el gritante de la banda”.

El concierto, afirma el médico, es toda una sorpresa para ellos y también espera que lo sea para el público. “Nunca esperamos vernos en un concierto así, tocando en la explanada de la UAQ, ni en sueños lo llegamos a pensar, porque no nos dedicamos a esto, tocamos por hobby, nos han invitado a bares y no hemos aceptado por no quedar mal, no nos podemos comprometer, si a mí me hablan por un paciente, yo prefiero ir a ver a mi paciente que ir a tocar. Y ahora estamos muy emocionados de que llegue ese día, vamos a dar nuestro mayor esfuerzo y vamos a tener invitados especiales”.

Alimento del espíritu

Que médicos sean músicos, dice Alex que no es algo especial ni exclusivo, “hay muchos ingenieros que son músicos, abogados que son músicos extraordinarios, nutriólogos también, yo creo que a todos nos gusta la música, aunque no toquemos, la música es el alimento del espíritu, nos mantiene contentos”.

Como especialista en neurocirugía, sí recomienda aprender a tocar un instrumento, y aprender nuevas canciones, porque es un ejercicio para el cerebro.

“Sí es gimnasia cerebral, y si no saben tocar ningún instrumento, pueden escuchar nuevas canciones, por ejemplo en inglés, y ver de qué hablan, escuchar la voz, la guitarra, una canción puede tener muchas formas de leerse y eso es un ejercicio cerebral, una canción te lleva a favorecer la memoria a largo plazo, el sistema límbico se activa, te emociona, te hace hasta llorar, tiene muchas implicaciones la música y el cerebro”, agrega.

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