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Por segundo año consecutivo, el hotel St. Regis de la Ciudad de México se vistió de gala para presentar 36 firmas relojeras que mostraron sus creaciones en el Salón Internacional Alta Relojería (SIAR).
El acontecimiento contó con la presencia del director general de SIAR México, Carlos Alonso, y el embajador de Suiza en México, Louis-José Touron, quien recalcó la importancia del mercado mexicano para la industria de la Alta Relojería suiza, comparando la escena nacional con lo que acontece en panoramas comerciales como el de China. Habló, también, de la permanencia de esta industria que ha sobrevivido a distintas crisis económicas y abordó el controvertido tema de una próxima legislación, vigente a partir de 2017, y que otorgará la denominación de origen a los productos hechos en Suiza.
Cuenta la historia… Creado en 2007, el SIAR se ha convertido en una referencia obligada, la primera en Latinoamérica, entre los acontecimientos de Haute Horlogerie, ofreciendo a los expositores, visitantes y amantes de este ámbito una experiencia vivencial, cognitiva y temática de alto nivel.
“Cada otoño, el SIAR hace gala de su cultura de excelencia y de la búsqueda constante de la perfección en todos los aspectos de la industria, distinguiéndose siempre por la elegancia en su máxima expresión. Más de 25 mil invitados han asistido al salón desde su primera edición para conocer las propuestas de las más de 90 firmas de Alta Relojería que han participado desde el inicio. Gracias a nuestra filosofía y deseo por mejorar constantemente hemos proporcionado resultados satisfactorios a todos los participantes”, señala Carlos Alonso.
Los invitados a la fiesta. Desde las casas históricas hasta una cuidada selección de artesanos independientes, siempre apegados a los estrictos criterios de producción que exige el sector, acudieron puntuales a la gran celebración de las horas para mostrar sus ofertas en cuanto a desarrollos tecnológicos, diseños, movimientos, motores, esqueletos y, por supuesto, ¡tourbillones!
Así, pudimos apreciar las obras más avanzadas y exquisitas de sellos consolidados como A. Lange & Söhne, Armin Strom, Audemars Piguet, Ball Watches, Bulgari, Cartier, Corum, Cvstos, Cyrus, De Bethune, F.P. Journe, Franck Miller, Franc Vila, Girard-Perregaux, Greubel Forsey, Jaeger-LeCoultre, Louis Moinet, Manufacture Royale, Manufacture Contemporaine Du Temps, Montblanc, Perrelet, Piaget, Richard Mille, Roger Dubuis, Romain Jerome, Tudor, Urwerk, Vacheron Constantin y Zenith. Cabe destacar que también tuvimos la oportunidad de conocer los relojes de nombres nuevos y marcas jóvenes. Las piezas de AkriviA, Arnold & Son, Dewitt, HYT, MB&F, Pierre DeRoche y Ressence llamaron poderosamente la atención de todos los asistentes por su capacidad de reinventar los códigos y aportar frescura a la gran tradición relojera.
Entre las marcas que lanzaron en exclusiva para el SIAR innovadores guardatiempos destacan:
Montblanc / A través de Jérôme Lambert, CEO de la firma, se presentó la colección 1858 que rinde homenaje a la Manufactura Minerva, adquirida por la marca en 2006. El monopulsador desarrollado en 1930 por Minerva sirvió como guía fundamental para desarrollar el reciente 1858 Chronograph Tachymeter.
Bulgari / El glamoroso modelo Diva se lanzó en esta plataforma. Su caja es de 30mm en oro rosa de 18 quilates, con 78 diamantes de corte brillante. En la corona, también de oro rosa, destaca una turmalina rosada en corte cabochon. La esfera de acetato hecho de algodón natural con fibras de madera está adornada con 12 diamantes. Posee movimiento cuarzo decorado con el logotipo de la casa.
Romain Jerome / Introdujo nuevos iconos a la colección Día de Muertos, colocando diamantes y rubíes, así como grabados de calaveras en una nueva caja de 43mm. La antología ofrece tres nuevos diseños.
Tudor / La manufactura exhibió en México el Heritage Black Bay, con movimiento automático calibre 2824. Su caja de acero de 4mm contrasta con el brazalete de acero o piel con un tratamiento que proporciona cierto acabado vintage.