Abrió sus puertas al público en mayo del 2001 y, desde entonces, el Museo Casa de la Zacatecana se mantiene como el único museo privado en Querétaro, en donde se exhiben más de 600 piezas de arte decorativo de los siglos XVII al XX.
También tienen en exhibición 100 pinturas, 43 relojes de diferentes estilos, 54 cristos, muebles, porcelana, cristales, y demás antigüedades que forman parte de la colección de José Antonio Origel Aguayo, quien planeó la creación de este recinto que, además, mantiene viva una de las leyendas más famosas de la ciudad.
Un lugar con historia
Origel Aguayo compró la casa situada en el número 6 de la antigua calle de La Flor Alta (hoy Independencia número 59, Centro Histórico), inmueble que es reconocido como la “Casa de la Zacatecana”, porque fue habitado por una mujer originaria de Zacatecas, que llegó a vivir a Querétaro acompañando a su esposo.
Según relata la leyenda, la Zacatecana mandó matar a su marido, el criado que cometió el asesinato cargó con el cádaver para enterarlo en las caballerizas. La mujer también asesinó al sirviente con la finalidad de que no quedaran testigos de su crimen.
Tiempo después, la viuda fue encontrada muerta y colgando de un balcón, sin conocerse las causas de la tragedia. Tampoco se conoce el nombre real de la Zacatecana y no existe una imagen en donde se identifique su rostro. Estos enigmas han acrecentado más su leyenda, convirtiéndola en una de las más populares en Querétaro.
Al pensar en cómo nombrar al recinto, Origel Aguayo “investigó sobre los hechos que habían sucedido con la Zacatecana, porque en toda la ciudad era conocida como la ‘casa de la Zacatecana’, decidió retomar el nombre y por eso se llama Museo Casa de la Zacatecana y es una Asociación Civil”, explica Guadalupe Patiño, directora del museo.
El iniciador de este recinto cultural fue corredor público en la Ciudad de México y recibió varios reconocimientos por su amplia colección de antigüedades. El principal objetivo para crear este espacio se planteó para compartir su repertorio de arte con el público en general, por lo que mandó restaurar la casa de la Zacatecana, pero en el año de 1998 Origel Aguayo falleció.
El proyecto quedó detenido varios meses hasta que su esposa decidió continuar con lo planeado. De esta manera, a principios de mayo del 2001, abrió sus puertas y hasta el día de hoy se mantiene como el único museo privado de la ciudad.
Un recinto privado
Guadalupe Patiño afirma que mantener un museo privado no es cosa fácil. “Empezamos con una o dos personas y hoy tenemos una foro mensual de mil personas, había otro museo privado (Museo Nacional de Artes Graficas), pero el dueño pues no aguantó, duró más de un año, nosotros nos habíamos contactado, sí éramos los únicos privados había que apoyarnos, ellos nos mandaban gente y nosotros les mandábamos gente, sin embargo no sobrevivió”.
Ante la pregunta de: ¿por qué es tan complicado mantener un museo privado?, la directora de este espacio responde: “yo pienso que no es un negocio, cualquier persona que decida meterse a esto es solamente por amor, gente que tiene sus cosas no las comparte como las compartió en este caso el matrimonio Origel”.
Con sus propios recursos han mantenido en pie este mueble histórico, porque además de ser escenario del crimen de la Zacatecana, en esta casa se escribió el proceso del juicio que se le hizo al emperador Maximiliano de Habsburgo, Miguel Miramón y Tomás Mejía, y en una de sus habitaciones también se embalsamaron los cuerpos de los generales Miramón y Mejía, luego de ser fusilados en el Cerro de las Campanas.
Pero dentro de la historia de este inmueble, su origen también es llamativo, porque la casa fue construida como dormitorio de monjes dominicos, en una zona que era totalmente indígena.
El inmueble abre sus puertas al público de martes a domingo de diez de la mañana a las cinco de la tarde, en días feriados también recibe a sus visitantes los lunes, debido a que este día “se supone que no abre ningún museo del mundo pero nosotros venimos a trabajar cuando es puente”, comenta Guadalupe Patiño, directora del Museo Casa de la Zacatecana. Además, afirma, tienen planeado abrir todos los días de la Semana Santa.
