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Desde hace más de 20 años, el pintor, escultor y caricaturista, Oswaldo Sagástegui, de origen peruano y nacionalizado mexicano, tiene una estrecha relación con Querétaro, por lo cual también se dice queretano y no descarta la idea de un día radicar en esta ciudad.

La inauguración de la exposición Una retrospectiva en agua, que se encuentra en el lobby del Club de Industriales de Querétaro, nuevamente trajo a la ciudad de Querétaro a Sagástegui para presentar sus más recientes obras, pintura abstracta y surrealista, además de una escultura en el que el artista juega con la forma y el color.

Oswaldo Sagástegui es de origen peruano, nació en 1936 en el poblado serrano de Llata, capital de la Provincia de Huamalíes del Departamento de Huánuco. “Yo nací para ser artista plástico, me improvisé en la caricatura”, precisamente al llegar a México.

Su inicio en la pintura lo describe como algo instintivo. “Yo me inicié en la selva primitiva del Amazonas, ahí ni quién sepa qué era arte; sin embargo, el instinto estaba ahí, todas las personas nacemos con algo, con una la tendencia hacía algo, en mi caso, se supone que a las artes plásticas, el dibujo y las artes plásticas, las necesidades son algo instintivo, es como el hambre”.

Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Lima. Vivió y trabajó en Italia. Llegó como turista a México, en 1968, cuando fue la matanza de Tlatelolco y, en medio de todo ese caos, lo llamaron para trabajar como caricaturista político en un periódico.

Otro de los momentos trágicos que vivió, como parte de su labor periodística, fue el asesinato de Luis Donaldo Colosio. “El día que murió Colosio yo prácticamente estaba a lado de él, yo era invitado especial ese día, yo fui quien entró con Talina Fernández, persona muy conocida del ambiente periodístico, entramos como ocho o nueve personas con el herido al hospital, fuimos con el propio herido. Yo me consideraba amigo de Colosio y ver todas esas cosas me impactaron terriblemente”, platicó a EL UNIVERSAL Querétaro el pintor.

Pero su faceta como caricaturista concluyó, desde hace más de 10 años no realiza ningún trabajo sobre caricatura política, y al cuestionarle si la realidad que se vive actualmente en México, ¿no parece de caricatura? Respondió inmediatamente con un no.

“Es una triste realidad, más que caricatura, lamentablemente es una cosecha de muchos errores históricos de la política de este país, parece que en este momento se están conjuntando unas serie de factores que están activándose, entre resentimientos, enojos, resentimientos políticos, intereses por poder, hay mucho factor extraño interviniendo, pero es el resultado de una larga historia de los hechos políticos en México, no es resultado de ahorita”.

Sin ánimo de volver a la caricatura política, porque para él ya es un ciclo terminado, se dedica de lleno a la pintura y a la escultura. El tema del agua, sobre el cual trabajó por casi tres años, con un estilo surrealista, también está quedando atrás, ahora está volviendo al arte abstracto y a crear más formas y colores en la escultura.

Oswaldo Sagástegui se describe como un artista muy inquieto, que siempre está planeando nuevas cosas. “Al ratito, voy a cumplir 80 años y tengo la sensación que estoy empezando prácticamente etapas nuevas”.

En la inauguración de Una retrospectiva en agua estuvieron presentes Laura Corvera, directora del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes; José Antonio Mac Gregor, director del Instituto de Cultura del Municipio; Jorge Rolland, presidente del Club de Industriales; el fotógrafo Gerardo Proal y Verónica Valverde.

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