En los últimos seis años, México ha coproducido más de 100 filmes con países como Estados Unidos, España, Colombia, Argentina, Francia y Chile.

Pero no lo había hecho con Alemania hasta ahora, que gente teutona aportó una quinta parte a la realización de Guten tag Ramón (Buenos días Ramón), filme que estrena mañana en cines.

La historia muestra a un joven (Kristyan Ferrer) quien decide irse a Europa a cambiar su vida, pero al llegar no encuentra a la persona recomendada y se tiene que quedar a vivir en la calle.

Entonces conoce a una mujer solitaria (Ingeborg Schöner) quien le da su amistad.

“No es una historia de migración, sino de dos mundos que se encuentran”, dice Jorge Ramírez-Suárez director del filme.

Guten tag Ramón se rodó en locaciones alemanas, donde vive el egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (el CCC), hace dos años.

Lo que se le pidió a Ferrer fue que no aprendiera el idioma, sino sólo enfocarse al guión.

“Y no entendía realmente lo que me decían, sino hasta que vi la película”, recuerda el actor.

Antes del lanzamiento, ambos aceptaron contestar preguntas alusivas a la trama.

¿Alguna vez les ha pasado como el personaje central?, ¿estar en un lugar sin que les entiendan?

Jorge Ramírez-Suárez: Tenía 15 años y me fui a Nueva York de intercambio, se equivocaron al darme la visa y me detuvieron en el aeropuerto ¡no me dejaban salir! Me sentí nervioso, no entendía mucho inglés; total que fueron por la familia que me iba a recibir y ya, pero estuve una hora ahí.

Kristyan Ferrer: A mí me sucedió en EU, había ido a filmar e iba con mi mamá y ninguno de los dos hablaba inglés. César Ramos (otro actor) iba y él sí, entonces los dos estábamos tras él como niños. Uno se siente impotente por no poder hablar, pedir la comida, cosas así.

¿En qué momento se han sentido felices como el personaje al lanzar la nieve por vez primera?

JRS: La realidad es que la vida no es todo el tiempo feliz, sino que está hecha en momentos pequeños. El día que me aceptaron en la escuela de cine, que es difícil de entrar, fue un momento de alegría; el día que me casé o cuando nacieron mis hijos, también.

KF: Aunque ya había hecho tv y teatro, un momento feliz en mi vida fue cuando me dijeron que me había quedado en Sin nombre (película) porque siempre había querido hacer cine.

¿Se han sentido discriminados en otro país?

JRS: La única vez que he sentido eso es en EU, viví cuatro años allá y una vez en una farmacia una señorita no me hacía caso y me di cuenta de que era por quien era yo. Y te da coraje. En Francia un cartero nunca me quiso ayudar. En Alemania jamás he sentido discriminación.

KF: Fue en Cannes en el aeropuerto donde había ido a presentar Días de gracia. A Tenoch (Huerta, Déficit) y yo veníamos platicando y nos dijeron párense y nos comenzaron a esculcar. Fue una experiencia muy desagradable.

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