Algunos versos, algunas anécdotas, algunos recuerdos de su gran vida, de su buen humor, de las grandes pasiones que movían a Hugo Gutiérrez Vega (1934-2015), se escucharon en el homenaje que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) brindó al poeta, periodista, diplomático, al hombre bueno, generoso y sensible, al incansable “Inquietador de Espíritus”.

Lucinda Ruiz Posada, eterna compañera de vida, alma y sueños de Gutiérrez Vega, estuvo presente, amigos y familiares la acompañaron, así como miembros de la comunidad universitaria.

El rector de la UAQ, Gilberto Herrera Ruiz, dijo que era un humilde pero cariñoso homenaje a un gran universitario, a “el mejor rector que ha tenido nuestra Máxima Casa de Estudios y al cual no solo queremos sino vamos a extrañar infinitamente”.

El poeta, además de fundar Cómicos de la Legua, creó la Escuela de Psicología, hoy facultad de Psicología; el Instituto de Idiomas, hoy Facultad de Lenguas y Letras, y gracias a él se recuperó el Patio Barroco de los Reales Colegios de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, antecedentes de la UAQ.

Entre los asistentes destacó la presencia de los ex rectores de la UAQ: Enrique Rabell Fernández, Jesús Pérez Hermosillo y Dolores Cabrera Muñoz. Y en representación del gobernador Francisco Domínguez, asistió Alfredo Botello, secretario de educación en el estado.

De buen humor. Lucinda, quien compartió más de 50 años a lado del poeta, pidió que no la llamen viuda. “Soy y seré la esposa de Hugo Gutiérrez Vega, él está siempre conmigo, viviré difundiendo su obra y cuidando mi jardín”, afirmó.

Luci, como la llamaba Gutiérrez Vega, conoció a través de él los placeres de la poesía y leyó varios versos que evocaban el sentir de Hugo. Habló de su amor por los gatos, su gusto por los viajes, lo que originó que le llamaran “poeta peregrino”, y habló de su gran humor.

“Nunca perdió su sentido del humor y el cumplimiento de su trabajo, estábamos en el hospital y uno de los médicos, cuando le preguntó con afecto, porque le había uno de sus libros: Don Hugo, ¿cómo se siente? Le dijo: Además de todo no me duele nada, pero me siento descuajeringado”, platicó Lucinda y rieron todos los que acudieron al Auditorio Fernando Díaz Ramírez.

Lucinda concluyó su participación alzando la voz: “Hugo te doy las gracias por haberme adentrado en la poesía y por conmoverme con la tuya y la de otros, gracias por estos 54 años juntos, con nuestro amor y desamor, gracias por nuestras hijas, nuestros nietos, y por los hijos y nietos que vendrán. Me llena de orgullo tu honestidad sin fisuras, te agradezco las infinitas veces en que a pesar de las represalias levantaste la voz para denunciar lo que sucede en México, desde que eras un fogoso orador de 20 años, me enorgullece que nunca ejerzas la cultura, agradezco tu paciencia y cuidados, generosidad y apoyo irrestricto para los jóvenes”.

Juan Servín Muñoz, actor fundador de los Cómicos de la Legua, habló de Hugo Gutiérrez Vega en su papel de fundador dicha compañía. Agustín Escobar habló de su labor periodística; María Angélica Aguado de su papel como diplomático; y Francisco Perrusquía y Mariano Amaya compartieron recuerdos sobre Gutiérrez Vega.

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