El restaurante Río Quintana cerró con broche de oro su festival de comida española, con una cena especial en la que se cataron tres vinos ibéricos, con la guía de la sommelier Susana Cardoso.

El primer vino que los invitados degustaron durante la noche fue Ónix, de la región del Priorat, conformado por una mezcla de uva Garnacha y Mazuela. Para acompañarlo se sirvieron exquisitos Pulpos en su tinta.

El segundo vino fue Heredad Torresano, de Madrid, elaborado con uva Tempranillo. El maridaje se realizó con Estofado de cordero.

Para finalizar la velada, se sirvió uno de los vinos favoritos por los paladares más exigentes Carmelo Rodero 9, el cual permanece nueves meses en barrica de roble francés y americano. Es proveniente de la provincia de Ribera del Duero y a la vista tiene un limpio y brillante color cereza. Para maridar se sirvió un Filete en salsa de queso cabrales.

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