París.— El actor Kevin Spacey, magistral en la piel del ambicioso político Frank Underwood en la serie de Netflix House of Cards, ironizó sobre las similitudes entre su despiadada interpretación y algunos candidatos a la presidencia de Estados Unidos. “Frank Underwood es un personaje de ficción. Algunos de los candidatos presidenciales en EU también parecen serlo”, declaró Spacey, sin alusiones directas, durante la presentación de las novedades de Netflix en la Cité du Cinéma de Saint-Denis, al norte de París.

Kevin Spacey, la gran estrella con la que la citada plataforma de visionado de contenido audiovisual en línea se lanzó en 2013 a distribuir contenido original, trazó el paralelismo entre el guión de la serie que protagoniza y la realidad.

“A veces, cuando llego al hotel después de grabar, me pregunto: ‘¿Hemos ido demasiado lejos? ¿Nos hemos pasado?’. Después enciendo la televisión, pongo las noticias y entonces pienso: ‘Nos hemos quedado cortos’”, bromeó Spacey (Nueva Jersey, 1959).

El actor, conocido por sus trabajos en American Beauty (1999), de Sam Mendes, o The usual suspects (Sospechosos habituales, 1995), de Bryan Singer, (por las que ganó dos Óscar) se refirió a los comentarios sobre House of Cards que recibe de allegados de la política.

Algunos personajes dedicados al servicio público, tanto demócratas como republicanos, se quejan de que la serie, que muestra una ambición y falta de escrúpulos desmesurada entre la elite política estadounidense, es demasiado fantasiosa, explicó el actor estadounidense.

“Otros me dicen: ‘Es más realista de lo que la gente debería saber’”, ironizó el protagonista de una serie que acaba de estrenar en la plataforma su cuarta temporada y en la que comparte con Robin Wright.

El poder del streaming. El actor ejerció de gran estrella invitada en un evento de Netflix.

El cofundador de ese imperio de entretenimiento digital, Reed Hastings, aseguró que el objetivo de Netflix es ahora convertirse en un productor y difusor planetario de entretenimiento.

“La televisión en Internet es la próxima oleada de entretenimiento global. Nunca más nos diremos: ‘¿Qué están pasando en la televisión?’, sino que nos preguntaremos qué queremos ver”, dijo.

Hastings comentó que la filosofía de la compañía estadounidense se inscribe en una permanente búsqueda de innovaciones que prueba y mejora constantemente, tanto en el ámbito artístico como en el tecnológico y apostó por llevar la televisión en línea “a cualquier dispositivo que tenga Internet”.

“Queremos crear una plataforma que esté disponible en cualquier forma, en cualquier lugar del mundo y en cualquier dispositivo con Internet”, señaló.

En ese sentido, en el plano tecnológico, citó como línea de desarrollo tecnológico el objetivo de seguir mejorando la calidad de imagen al tiempo que se reduce el ancho de banda requerido. Netfl¡x, conocida por el catálogo de títulos que explota pero también por sus propias producciones, como Orange Is The New Black o Unbreakable Kimmy Schmidt, seguirá centrándose solo en los formatos de entretenimiento y no tiene previsto estrenarse en ámbitos como la producción informativa.

“Sólo series, películas y programas de variedades, que para nosotros es muy novedoso”, comentó.

Su objetivo es convertirse en un actor global, siguiendo el ejemplo de su secuela Narcos, inspirada en la vida del narcotraficante colombiano Pablo Escobar (1949-1993). “Está producida por una empresa francesa (Gaumont) con un protagonista brasileño (Wagner Moura) y es un éxito en Alemania”, resumió Hastings.

En el acto en las afueras París, al que Netflix invitó a periodistas de toda Europa, se presentaron nuevos títulos como Marsella, con Gérard Depardieu como protagonista, las nuevas temporadas de Marco Polo o la primera serie española de la plataforma estadounidense, Cable Girls.

Esa secuela, que puede traducirse como “operadoras telefónicas”, se rodará en 2016 y se estrenará mundialmente en 2017 a través de Netflix, presente en el mercado español desde octubre de 2015. EFE

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