El trío Armonía Queretana —integrado por  María Cecilia López Bautista (13 años), Juan Diego López Bautista (12 años) y Adrián Martínez López Bautista (12 años)— grabará en este 2016 su primer disco Emprendiendo el vuelo, por mi huasteca queretana, entre sones y huapango, proyecto beneficiado por el Programa  de Apoyo  a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) 2015.

El músico Perfecto López, originario de Valle Verde, Jalpan, tiene más de 30 años dedicado al huapango. “Yo me inicié desde niño, sin maestro, sin instrumento y lejos del pueblo,  Valle Verde es la comunidad más alejada del municipio y por supuesto del  estado, allá nací yo,  ahí creí, y escuchando a los huapangueros me entró el gusto por la música y yo solito aprendí”, platicó a EL UNIVERSAL Querétaro.

Desde hace 12 años, Perfecto se dedica a la  formación de niños y jóvenes en esta bella tradición musical, creando sus propios métodos.  “Yo no tuve ninguna preparación para ser tallerista, yo invento mis propios métodos, me doy mis propias ideas, mis mañas para poderles inculcar, poderles decir algo para que les vaya entrando el gusto por el huapango, pero no hay algo específico para enseñarles, la idea surge en el momento en que nos reunimos para ensayar”.

En la Sierra, comentó, “sí hay tela de dónde cortar”, niños y jóvenes interesados en seguir la tradición del huapango, aunque algunos por la escuela dejan su instrucción musical. “Tengo ya formados tríos profesionales; y ya son como tres  de los que apenas se van desenvolviendo,  son  tríos que tenemos en la sierra, además de los niños que apenas se están involucrando en la música, tengo cerca de 40 alumnos en el municipio de Jalpan”.

María Cecilia López Bautista y Juan Diego López Bautista, son hijos del músico Perfecto López, y Adrián Martínez López Bautista, es su sobrino, los tres jóvenes músicos forman el trío Armonía Queretana  y tendrán la oportunidad de grabar su primer disco en el 2016, material en donde incluirán varios huapangos y sones famosos.

“Se van  a escuchar algunos de los sones y huapangos  ya conocidos,  en los sones (que son a los que se les puede cambiar la letra) ahí vamos a  hacer algunos versos nuevos, para que ya no sean los mismos, que tenga ese toque, por ejemplo el ´Querreque´, pero que ya no esté diciendo lo mismo que todos los huapangueros decimos, que  tengan otro sentido las coplas, pero en el mismo son”, explicó.

Ser huapanguero no es tarea fácil, “pero cada vez que hay oportunidad de presentarse en algún lugar eso los va motivando a continuar, y esperamos que a futuro  toquen la jarana,  violín y también que toque la guitarra, los tres instrumentos, esa es la meta, que aprendan a tocar los tres instrumentos, para que también continúen un día ellos formando a niños y jóvenes cuando sean adultos, para que la tradición se conserve”, agregó Perfecto López, quien en el 2015 publicó su libro Andanzas de un huapanguero.

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