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Rabat.— El concierto de Jennifer Lopez en Marruecos incomodó a más de uno; su atuendo con poca ropa y movimientos sensuales irritaron al gobierno islamista y a un grupo de padres.
De acuerdo con el portal ABC.es, la intérprete enfrenta una denuncia por “ser demasiado sexy”, según informó el portal de noticias TMZ. Si la artista fuera encontrada culpable, enfrentaría un máximo de dos años de prisión.
Un grupo de padres ha llevado el asunto a los tribunales, alegando que el show, que “fuera un escándalo público y mancillara el honor de las mujeres”, se transmitiera por la cadena estatal.
Mientras, para el primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirane, la emisión del concierto en la tv pública fue “delincuencia con escenas desagradables”, para muchos otros fue un deleite presenciar a J.Lo cantando..
Por otra parte, el ministro marroquí de Turismo, Lahcen Haddad, defendió el polémico concierto de Lopez, criticado por inmoral incluso por el jefe de su gobierno, Abdelilah Benkirane, con el argumento de que es la manifestación de “un Marruecos de apertura”.
Contactado, Haddad, de un partido diferente al del presidente del gobierno (islamista), remitió al comentario que hizo en su cuenta de Facebook: “Abogamos por un Marruecos de apertura y al mismo tiempo ¿vamos a ofuscarnos por una representación que es artística antes que todo?”, se preguntó.
Haddad insistió en que el respeto consiste en la convivencia entre “los que le gusta este tipo de espectáculos y los que no les gusta, entre aquellos cuyos valores no ven nada de chocante (en el espectáculo) y los que encuentran sus defectos”.
Para el ministro, el festival Mawazine, en el que cantaba Lopez y que ha sido criticado por el Partido Justicia y Desarrollo del presidente Benkirane “es un festival prestigioso que da fama a Marruecos y que nos da una imagen de apertura, diversidad y tolerancia”.
Así, el ministro, de tendencia liberal, se desmarca de su presidente y su colega de comunicación, Mustafa al Jalfi, que han multiplicado las críticas contra el concierto de J.Lo.
