En 2012 Sandra Echeverría trabajó junto a Salma Hayek en la cinta de Oliver Stone Salvajes; la joven de entonces 28 años buscaba internacionalizar su carrera, consolidarse como actriz y deseaba que existieran más proyectos para los latinos en la meca del cine, algo que intentaba desde unos años atrás.

Echeverría recuerda que la veracruzana le dio un consejo: “No tengas miedo de arriesgar, de soñar en grande y, si los papeles que quieres no existen, créalos, lucha y trabaja por ellos”.

De esta manera, Echeverría puso manos a la obra y, siguiendo lo dictado por Salma Hayek, empezó a levantar sus propios proyectos fílmicos; la actriz señala que no fue fácil. Tras recibir la negativa de varias instituciones gubernamentales y ser rechazada de algunos estímulos fiscales que financiaran su filme Busco novio para mi mujer, Sandra tardó seis años en que el proyecto se cristalizara.

“Llegó un momento en el que pensé que no podríamos levantar la película, pero me gustaba tanto el proyecto que a pesar de ver el túnel negro muchas veces seguí persiguiendo este sueño, aunque nos hayan rechazado el estímulo 226, lo cual fue una gran desilusión para mí, le buscamos por otro lado, porque creo que nunca hay que quitar el dedo renglón”, dijo.

No obstante se muestra optimista y aseguró que seis años es un corto tiempo para ver en pantalla un proyecto del que además de ser la protagonista es productora y con el que hace unos años sólo soñaba.

“Tengo amigos que llevan más de 10 años tratando de levantar sus proyectos. Es cierto que ahora el cine mexicano goza de mayor popularidad, pero eso mismo hace que existan más realizadores que quieran hacer películas, creo que fui afortunada al tardar ‘pocos’ años en hacerlo”, dijo.

El filme que se estrena este viernes 12 de febrero se rodó en más de 40 escenarios de la capital mexicana, tuvo un presupuesto de 30 millones de pesos y se basa en la película argentina Un novio para mi mujer.

Esta comedia romántica narra la historia de Paco (Arath de la Torre), un hombre hastiado del mal genio de su esposa Danna (Echeverría), por lo que busca deshacerse de ella a toda costa contratando a un galán a sueldo con la intención de que seduzca a su mujer y así pueda pedirle el divorcio.

Es Arath quien afirmó que le interesó trabajar en el proyecto, pues apela en su opinión a rescatar la institución que representa el matrimonio.

“Cada vez hay más divorcios, en los 80 divorciarse era una fiebre, creo que a nuestra generación le toca apostar por el matrimonio. Claro que he tenido problemas con mi mujer, pero hemos buscado arreglarlos por el bien de nuestros hijos y por el de nosotros, ya que cuando nuestros hijos crezcan sólo seremos ella y yo”, dijo.

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