“Muchos piensan que emprender con una franquicia acaba con el espíritu del emprendedor, pero no es así, de hecho, administrar una franquicia implica mucha más responsabilidad y disciplina”, comenta Mario Antonio Morales y su esposa María Bravo de Alba, dueños de Tarlets Coffee en Querétaro.

“Mis días no paran, le pongo todo el corazón a esto, llego antes de las 8 de la mañana, y casi siempre salgo a media noche, aquí yo me involucro en todo, desde lavar los baños, atender clientes, preparar alimentos, hasta hacerla de contadora, cerrar caja, todo”, comparte la emprendedora.

Inicio

La historia de Mario Antonio y María como emprendedores no comenzó con Tarlets Coffee, sino más de diez años atrás, cuando iniciaron con una cafetería artesanal en la Ciudad de México; después de eso tuvieron una heladería, un negocio de pestañas postizas, y finalmente decidieron apostar por la franquicia de comida francesa e italiana.

Ambos emprendedores tienen claro que el éxito no se consigue de la noche a la mañana, sino que requiere de intentos constantes hasta aprender lo suficiente y perfeccionar las formas de administrar un negocio.

“Lo que pasa es que inicias como emprendedor y nadie te enseña nada, todo debes aprenderlo sobre la marcha, debes saber de finanzas, atención al cliente, elegir correctamente a tus proveedores, todo”.

“Lo primero que debes tener claro como emprendedor es que los tiempos son importantes, a nosotros nos encantaba tener la cafetería, pero en ese tiempo nuestros hijos estaban chiquitos y nos absorbían mucho tiempo, entonces no podíamos concentrarnos en el negocio; eso mismo nos hizo perder la pasión, porque era una constante preocupación por la familia, porque no ocurriera un accidente en el negocio porque los niños pasaban mucho tiempo ahí con nosotros, entonces la pasión es lo más importante, y también iniciar proyectos en el tiempo correcto, eso fue lo que aprendimos de aquel negocio”, comparte Mario.

Concepto

Con la experiencia obtenida durante más de una década, ambos emprendedores aceptaron un nuevo reto, esta vez en una cafetería ubicada en avenida Industrialización 3, en la colonia Álamos, segunda sección, en una franquicia de Tarlets Coffee, que tiene más de nueve sucursales en el país, y que nació en el estado de Puebla.

Aunque Tarlets Coffee tiene un concepto establecido por la marca, mismo que debe respetarse en cada una de las sucursales, los emprendedores buscan añadirle su sello personal, buscan que la cafetería sea un punto de reunión entre amigos y familiares, un lugar cálido que pueda convertirse en una oficina improvisada o la sala de un hogar en donde todos pueden descansar en armonía.

“Queremos que la atención al cliente nos caracterice, porque eso le falta a todos los negocios, sobre todo a los giros de comida”.

“Queremos que en Tarlets Coffee de Querétaro vengan todo tipo de personas, desde ejecutivos, estudiantes, familias completas y, por qué no, periodistas, que puedan trabajar aquí mientras se toman un café delicioso, [coman] unos chilaquiles, o simplemente vengan a comer aquí. Queremos que todos se sientan como en casa, que tengan todas las comodidades, que puedan traer a su perro, que sea un lugar muy incluyente y, por supuesto, accesible”, comparte María.

Problemáticas

Uno de los aspectos más difíciles que los dueños de Tarlets Coffee han tenido que superar es el de conocer e identificar a cada tipo de cliente; pues en la capital del estado se tienen clientes de todas partes del país.

“En Querétaro te tocará atender a una persona que viene de Mérida o de Sonora, del Estado de México o de aquí de Querétaro, y todos están acostumbrados a un servicio distinto, unos quieren todo a un ritmo más acelerado, otros prefieren darse su tiempo para disfrutar del lugar, de la compañía, entonces nosotros tenemos que estar listos para todo eso, porque todos tienen que irse satisfechos, ese es nuestro principal reto, y creo que es el reto de cualquier emprendedor, pero sí es importante identificarlo, no podemos atenderlos a todos por igual”.

Por otro lado, María Bravo comparte otro de los grandes problemas que deben superarse: crear un equipo sólido de trabajadores. “La rotación del personal es muy frecuente, los jóvenes no tienen mucho compromiso con los empleos, y eso para nosotros es muy importante, así que si vemos que la gente no representa los valores del lugar y que nosotros queremos mostrar a los clientes, preferimos dejar que se vayan. Y claro, para exigir disciplina nosotros debemos poner el ejemplo, por eso nos involucramos en cada aspecto del negocio”.

Uno de los planes a futuro de la pareja es posicionar a Tarlets Coffee como uno de los lugares en donde también se puede comer, y no únicamente desayunar.

La formación militar de María como sobrecargo de aviación y de Mario Antonio como periodista, aunado a varios años de experiencia en la administración de negocios, agregan a la cafetería el equilibrio perfecto entre disciplina y amabilidad hacia los clientes. Consideran que el contacto humano, el entendimiento entre clientes y empresarios es fundamental para mantener a flote cualquier proyecto.

cetn

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