Ibrahim Prado e Ivana Valencia trabajan, cada uno desde su trinchera, en favor de la comunidad trans de Querétaro, para visibilizarlos, romper estigmas y estereotipos, pero también para luchar por sus derechos e incidir en la creación de políticas públicas en favor de este sector de la población.
Ibrahim es estudiante de administración de empresas y presidente y fundador de Mitsi B'atha Querétaro, organización creada por y para las juventudes LGBT+ y su participación ciudadana en política.
Narra que comenzó en el activismo a los 17 años de edad, cuando un amigo suyo perdió la vida en una terapia de conversión. Fue la causa por la que decidió hacer algo por su comunidad. En LGBT Rights México fue presidente estatal.
“Decidí empezar la incidencia política, presentando iniciativas en favor de la comunidad y haciendo ejercicios de participación ciudadana, para que la comunidad participara, ya que en su momento creía que no es suficiente hacer el activismo si no incidimos en la política pública de la comunidad”, dice.
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En el estado, señala, una de las principales barreras que enfrentan las personas trans es que no se cuenta con una ley de identidad de género que les permita la actualización de sus documentos.
“No tener libre derecho a la identidad es la principal barrera que existe en el estado. Por consiguiente se generan barreras educativas, de participación ciudadana y, sobre todo, barreras laborales, que es uno de los proyectos más importantes que en Mitsi B'atha Querétaro tenemos, que es cupo laboral trans”.
Existe el estereotipo de que las personas trans sólo se pueden dedicar o al trabajo sexual o al estilismo. Ese es sólo un aspecto contra el cual deben de luchar, dice Ibrahim. Incluso, apunta que es algo recurrente entre la comunidad trans cuando salen del clóset.
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“Tengo muchas amigas trans y muchos compañeros trans que han dicho que cuando salieron del clóset sus papás les dijeron: Es triste porque ya no vas a tener una vida laboral y te vas a tener que dedicar o a ser barbero o a ser estilista, o al trabajo sexual.
Justamente con el cupo laboral es lo que queremos promover que existen personas trans con trayectoria educativa. Hay un alto índice de personas trans, sobre todo de mujeres, que cuentan con un posgrado hasta niveles de doctorado, pero por el hecho de su identidad de género no pueden acceder a un empleo digno a pesar de toda la trayectoria educativa que llevan”.
Incluso en su caso ha tenido problemas. Actualmente tramita su certificado de bachillerato, pues en diciembre egresa de la licenciatura que cursa, pero el trámite le ha demorado casi un año y medio. Un trámite que podría homologarse en seis meses.
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Recuerda que han tenido casos en su organización de personas trans que han sido rechazadas del área de atención a clientes por su identidad.
Ivanna Valencia, coordinadora del Voluntariado Trans en la Coordinación LGBT del municipio de Querétaro, dice que está más enfocada en el apoyo a las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual, pues por la discriminación, al trabajo al cual se ven orilladas es en la calle.
Apunta que entre los apoyos que se les brinda a las personas trans es terminar sus estudios, ya sea secundaria o preparatoria, pero que estén enfocadas en otros proyectos, que tengan otras aptitudes.
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Estigmatizar a las mujeres trans y relacionarlas sólo con el trabajo sexual se debe a la discriminación que perpetúa la sociedad. Agrega que el amor y la comprensión de la familia tiene mucho que ver para que las personas trans tomen un camino o no.
En su caso, narra que contar con una familia amorosa y que la arropó cambió su destino, aunque ello no evitó que cayera en las adicciones.
Al igual que Ibrahim, identifica los obstáculos para cambiar los documentos con su nueva identidad de género como un problema para incursionar en el campo laboral. “En la Ciudad de México es fácil (cambiar los documentos de identificación). En un día te dan tu cambio. Aquí (en Querétaro) hay chicas que ya lo han hecho y es un proceso de gastos y un año, aproximadamente. Incluso, han gastado 60 mil pesos en abogados”, dice.
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Las mujeres trans al pasar por estas experiencias, dice, se sienten aisladas y abandonadas. Para ello, precisa que con la Fecopse harán un convenio para que mujeres trans puedan acceder a un empleo en ese sector.
Educación y respeto, acota, son importantes para la aceptación de la comunidad trans por parte de la sociedad. “Somos iguales, creo que es la parte del respeto y educar a los más chicos a respetar. Creo que eso es lo principal”, enfatiza.
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En tanto, Ibrahim identifica también el rechazo familiar como uno de los problemas más graves que enfrenta la comunidad trans y las juventudes diversas en general. Enfrentan el rechazo o no poder hacerse visibles por los comentarios transfóbicos que hacen en su familias, en sus escuelas o en sus círculos más cercanos. “Hagamos que Querétaro se transforme. Es momento de que abramos las puertas a la diversidad”, dice.
Mientras, Josué Quino, coordinador de Asuntos LGBT del municipio de Querétaro, sostiene que las autoridades de la capital queretana no sólo brindan ayuda a las personas de la diversidad, también a las familias.
Precisa que en el albergue arcoíris actualmente hay dos personas que pasaron por el rechazo familiar y tuvieron que dejar sus casas. Estuvieron en situación de calle hasta que llegaron al sitio.