Un menor de dos años que vivía con su madre en el Centro Penitenciario Femenil CP2 desde su nacimiento será apoyado para su reincorporación a un entorno social y familiar fuera de un penal, a través de uno de los Centros Integrales de la Niñez “Bötsi”, a cargo del DIF del municipio de Querétaro.

Según Mayra Reséndiz Piña, Coordinadora de los Centros Bötsi, es la primera vez que reciben un menor en estas condiciones y podría tratarse del primer caso a nivel nacional.

“Fue todo un proceso, fue una petición por parte del penal, el que el niño pueda incorporarse. El objetivo es que logre desarrollarse con niños de su edad, para que cuando el salga, pueda incorporarse a la sociedad de una manera adecuada y no tenga un impacto negativo, sino al contrario”, explicó.

El menor fue incorporado al área de Maternal A del centro Bötsi para recibir aprendizajes para un desarrollo infantil saludable, como es la estimulación del lenguaje, el control de esfínteres y el desenvolvimiento de capacidades sociales.

Durante el proceso de adaptación, el menor contará con la orientación y el cuidado permanente de una maestra y una enfermera hasta los tres años de edad, momento en el que podrá comenzar a desenvolverse en un contexto social externo al Centro Penitenciario Femenil, donde es atendido bajo los marcos de Protección Integral para la Garantía de Derechos de Niñas y Niños que viven en Centros Penitenciarios, “Piltsintli”.

Autoridades aseguran que llevar a cabo este proceso se consiguió gracias a la coordinación que existe entre la Comisión Estatal del Sistema Penitenciario de Querétaro, a través del Sistema de Justicia Penal Acusatorio del Estado “COSMOS”, la Procuraduría Estatal de Protección de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema Estatal DIF, y el Sistema Municipal DIF a través de la Coordinación de los Centros Bötsi.

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