Los maestros no están preparados para atender casos de violencia por homofobia, pues mientras para otros casos como bullying por obesidad, raza, o condición social, las escuelas están preparadas para arropar a las víctimas, para agresiones por preferencia sexual no se cuenta con protocolos, afirmó Aline Escalante, presidenta del Centro de Apoyo Integral para Padres, Adolescentes y Jóvenes LGBT+ A.C. (CAPIAJ).

Informó que tienen conocimiento de un joven de 15 años de edad, quien fue agredido por su orientación sexual en una escuela particular en el municipio de Corregidora, y que fue expulsado luego de sufrir la agresión.

Narró que el joven estudiaba en una universidad que ofrece bachillerato. “Fue agredido físicamente por su orientación sexual, y la escuela lo ve más como negocio, y por no perder alumnos, lo que deciden es expulsar al joven agredido para evitar problemas. El alumno está asustado y no se le puede seguir negando el derecho a la educación, ahí es en donde falta la capacitación docente”.

Solicitó que se aplique a la brevedad el taller para docentes, que les permitirá estar capacitados y saber cómo actuar en caso de agresiones de este tipo en los planteles educativos.

Ello con la intención de erradicar la violencia por homofobia en los centros educativos, pues es muy importante debido a que no se cuenta con el acompañamiento adecuado para los jóvenes que sufren de ese fenómeno, dijo.

Subrayó que en este tipo de agresiones los docentes no saben de qué manera actuar, no saben cómo abordar el tema, porque no lo incluyen en las programaciones que se hacen en las escuelas para prevenir las agresiones, y las instituciones, lejos de proteger a los alumnos continúan con las agresiones al expulsar a los estudiantes violentados.

“Tienen que estar capacitados [los docentes] para poder trabajar estos temas. Si tienen esta situación en el colegio, arropar al alumno que está siendo discriminado. También trabajar con el alumno generador de violencia, porque sabemos siempre como docente que un alumno generador de violencia no es un niño malo, sino que necesita atención y que se debe de atender”, enfatizó.

El problema se debe de trabajar de tal manera que no se discrimine a nadie, y todos los involucrados reciban la atención necesaria, así como involucrar a los padres en la situación, pues las dos sociedades más importantes para un niño y un adolescente es el colegio y la familia, y si son echados del colegio, son discriminados, y no se da acompañamiento a los padres, no se resuelve el problema.

Aline Escalante agregó que el número de agresiones que se denuncian son pocos, pues los menores que son agredidos por su orientación sexual no se atreven a denunciar por el temor al rechazo y a ser revictimizados.

Acotó que dentro de las escuelas aún hay conductas de discriminación que deben de erradicarse para una sana convivencia dentro de la comunidad de los planteles educativos.

Recordó que se debe implementar el llamamiento de la UNESCO a la educación equitativa e inclusiva para un contexto libre de violencia por orientación sexual, identidad y equidad de género.

bft

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