De entre 10 y 20 millones de pesos es la deuda que aún tiene la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) con la Comisión Estatal de Aguas (CEA); sin embargo, ya existen acuerdos para solventar el pasivo; hace dos años el adeudo superaba los 170 millones de pesos y en lo que va de la administración de Francisco Domínguez se redujo el adeudo.
El vocal ejecutivo de la CEA, Enrique Abedrop Rodríguez, informó que hay diversas estrategias sobre la mesa y que únicamente están pendientes algunos pasos legales para formalizar el pago.
Las mesas de negociación vienen desde las administraciones anteriores, tanto de la UAQ como de la CEA. Con la entrada de la nueva rectora de la máxima casa de estudios, Teresa García Gasca, prevalecen los acuerdos para generar soluciones al problema que se presenta por adeudos.
“Ya lo platicamos, lo vamos a solucionar, va por muy buen camino, vamos a trabajar de forma coordinada, tenemos que firmar convenios para compensar, hay amplísimas expectativas, ya platiqué con la nueva rectora, vamos por el mismo camino los dos y creo que no sólo el adeudo, sino que hay muchos proyectos durante los próximos años”, afirmó.
Entre las propuestas, para generar la compensación, están becas escolares, estudios de especialistas de la UAQ en materia de agua que puedan ser usados por la CEA para dar soluciones a la conservación y distribución del líquido.
“Becas para los alumnos, convenios de ahorro de agua, pago parcial, pero trabajos además para que nos ayuden a la parte de captación de agua pluvial, cosecha de agua, de nuevas ingenierías que nos permitan no vaciar los mantos freáticos”, aseguró.
Antecedentes. En 2012, la universidad registraba un adeudo de 110 millones de pesos por servicio de agua potable: con la CEA eran 80 millones de pesos y con la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (Japam) de San Juan del Río, 35 millones; de acuerdo con los registros de la administración de la institución académica.
Para 2015, con la entrada —en octubre de ese año— de un nuevo gobierno del estado, la CEA dio cuenta de una deuda superior a los 170 millones de pesos, un servicio que la UAQ se negó a pagar alegando que por ley no estaban obligados; deuda que se “arrastró” desde hace seis años, es decir en 2012.
El monto fue revelado en 2016 a través de la cuenta pública que dio a conocer la Entidad Superior de Fiscalización (ESFE)
El argumento legal se basaba en el artículo 3 de la Ley Orgánica de la universidad, mismo que establece: “Los bienes e ingresos de la UAQ no estarán sujetos a pago de contribuciones estatales o municipales. Tampoco serán gravados los actos y contratos en que intervenga si las contribuciones respectivas quedan a su cargo por disposiciones legales”.
Sin embargo, la CEA cuenta con una ley que estipula que a las instituciones de educación pública se les cobra el servicio con base en la matrícula escolar, lo que equivale a 90 pesos al año por cada estudiante del nivel superior y 70 pesos en media superior.
“Con el tiempo, el pasivo aumentó en razón de multas, recargos y el cobro ordinario del gasto mensual que la institución presentó”, recordó Enrique Abedrop.
“El monto de la deuda lo tenemos que platicar, pero ha bajado considerablemente estaba en los 178 millones y ahora ya logramos quedar entre los 10, 20 millones, pero ya sabemos cómo lo debemos y vamos a tratar”, dijo el vocal.
