La pregunta no era si México iba a clasificar en este juego al hexagonal final de la Concacaf, ni tampoco si iba a ganarle a Canadá. Lo que todos se preguntaban era de cuánto iba a ser la goliza y si la expresión de “¡Eeeeh put...!”, se escucharía en el Estadio Azteca.

Pues se escuchó más el ‘puuu...’ que el gol, ya que la Selección Nacional Mexicana apenas le ganó por 2-0 al débil equipo canadiense, con lo que aseguró, sin embargo, el pase a la fase que definirá los boletos al Mundial de Rusia.

A pesar de la victoria, el colombiano Juan Carlos Osorio, técnico nacional, vivió sus peores 90 minutos al frente del equipo tricolor, que salió abucheado por una afición que esperaba una goleada de tintes históricos, por lo sucedido en el anterior juego, y que nunca llegó.

La eliminatoria se detiene ahora hasta septiembre, después de Copa América y Juegos Olímpicos. Al Tri le quedarán partidos contra El Salvador de visita y Honduras en casa, que ya serán de trámite y que sólo servirán para acrecentar la buena racha que hasta el momento se lleva con 12 puntos en la bolsa, 10 goles a favor y cero en contra.

Llegó el invitado. Lo primero que llegó fue el satanizado grito. Apenas a los 2 minutos, y 15 después, el Tricolor ya había abierto el marcador vía penalti, concretado por Andrés Guardado.

Canadá arribó muerto al Azteca. Sin actitud y sin potencial para hacerle frente a un equipo mexicano que cambió a cinco jugadores con respecto del cuadro que goleó en Vancouver.

De inicio, no se notó tanto la diferencia de plantel, sobre todo por lo inexistente del rival, que sencillamente nunca significó problema.

Después del primer gol, México se apresuró a cascarear, a mostrar el poderío a la tribuna en vez de reflejarlo en la cancha, lo que hizo que Canadá mostrara ciertos adelantos, ciertos intentos por llegar acompañados a la portería rival hasta provocar una buena intervención de Jesús Corona.

Decepcionó el equipo mexicano en la primera parte, decepcionó Marco Fabián y Raúl Jiménez por sus ansias de anotar y no de jugar. Canadá es cierto, mostró otra cara defensiva respecto del primer juego, pero el Tri retrocedió en cuanto a opciones para marcar. Lo salvó el ‘Tecatito’ Corona con una de sus acostumbradas jugadas de “fantasía” ya que con rehilete incluido puso la pelota en la base del poste derecho para anotar el segundo y salvar de la silbatina a su equipo por el momento.

México tuvo más claridad de llegada al iniciar la parte complementaria, no así la contundencia. De nueva cuenta Jiménez y Fabián fallaron a boca de jarro y el Azteca harto de la inoperancia comenzó a pedir a gritos, estos sí aceptados, a Javier Hernández.

Juan Carlos Osorio le hizo caso a la afición hasta el tercer cambio, ahí metió al ‘Chicharito’ Javier Hernández, que hizo estallar de júbilo al Azteca, pero para ese momento, ambos equipos estaban más que conformes con el resultado, más los canadienses, decididos a no salir humillados del inmueble mexicano.

Pocos tiros al marco rival. Poca profundidad. Poco juego de conjunto. Y muchos silbidos, así fue la tónica final del partido celebrado anoche en el Azteca, un juego que sólo vale los tres puntos, digno para el olvido.

Entre oles y silbidos, la Selección Nacional fue despedida del Azteca en una noche que se esperaba fuera de fiesta.

Porque al final, hubo más gritos de put..., que de gol.

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