El desorden que ha imperado en el proceso electoral de Morena parece no tener fin. No bastó con la violencia y el vulgar acarreo que vivimos hace 15 días durante la jornada electoral donde se definieron las consejerías estatales a nivel nacional, sino que hace un par de días, desde el Comité Ejecutivo Nacional, se hizo oficial un comunicado que en un inicio circuló por redes sociales, generando toda clase de reacciones entre la militancia y los simpatizantes, ya que el documento emitido sólo menciona que los congresos que se celebrarían este fin de semana, serán cancelados, dado que aún no se ha publicado la lista oficial de consejeros, lo cual genera diferentes hipótesis sobre la razón real de esta decisión. No es para menos, ya en 2019 se canceló un proceso interno con la complicidad de los tribunales electorales, lo que derivó en una presidencia interina de Alfonso Ramírez Cuellar, para posteriormente observar cómo llegaba Mario Delgado a la presidencia nacional, a través de una encuesta poco confiable y con poca, pero muy poca legitimidad, este mismo procedimiento se ha repetido en la definición de candidaturas en los diferentes procesos electorales que le ha tocado organizar al ex diputado federal.

Una de las razones de dicha cancelación puede ser aquella que se escucha en el radiopasillo donde se menciona que la caballada de Delgado quedó flaca ante la organización de la militancia y el voto corporativo que tuvo como consecuencia la implementación de viejas mañas a cargo de viejos lobos de mar que, al ver la apertura casi absoluta del proceso de hace dos semanas, aceitaron su maquinaria electoral y echaron andar toda clase de marrullerías. Si no me creen, les invito a revisar las sábanas que fueron presentadas en las diferentes sedes de votación. La otra es que la estrategia de Alejandro Rojas Díaz Durán y Ricardo Monreal ha tenido su efecto, ya que realizaron 477 impugnaciones, tanto en la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, como ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cómo dato extra de los 553 centros de votación se acreditaron irregularidades en 407, lo cual vuelve muy endeble este proceso.

A nivel local, Ángel Balderas y Gilberto Herrera demostraron el capital político con el que cuentan, mientras otros personajes como Jorge Montes exhibieron el poco arrastre que tienen con la militancia en su distrito federal, a pesar de haber sido representante legislativo del mismo hasta poco más de un año, no cabe duda que la confianza es difícil de obtener, pero muy fácil de perder. Por otro lado hay ausencias interesantes, como la de la siempre probable candidata Celia Maya y su fiel colaborador, Jesús Méndez. Al mismo tiempo hubo sorpresas como la votación del segundo lugar del distrito 5, quien tiene muchas referencias, ninguna de ellas ligada al movimiento obradorista.

Tiempo al tiempo, urge democratizar morena, para continuar con la transformación del país.

Google News

TEMAS RELACIONADOS