La Carretera Federal 57, también conocida como la Carretera del Tratado de Libre Comercio, se ha convertido en un desafío para quienes la usan frecuentemente, enfrentando incertidumbres diarias sobre posibles colapsos por accidentes, protestas que paralizan el tráfico o las prolongadas obras de mejora que han durado por años, ralentizando el flujo vehicular.
Hay que destacar que esta ruta recorre gran parte de México y llega hasta la frontera con Estados Unidos. Atraviesa Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato, Hidalgo, Ciudad de México, y, por supuesto, Querétaro, donde se extiende por 103 kilómetros.
Uno de los principales problemas de la Carretera 57 es el intenso flujo de mercancías transportadas principalmente por tráileres, los cuales contribuyen de manera significativa a los accidentes en la zona. Hace años se propuso un desvío para aliviar el tráfico cerca de Querétaro, pero, en la actualidad junto con las obras de Paseo 5 de Febrero, que ya nos informaron no estará lista para marzo, suma complejidad al caos vehicular.
Según el Anuario Estadístico de Accidentes de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), en los últimos cuatro años —considerando una reducción del tráfico vehicular debido a la pandemia— se registraron mil 36 accidentes, resultando en 140 fallecidos y pérdidas materiales por más de 2.7 millones de dólares. El análisis de estos datos, hecho por el semanario Tribuna de Querétaro, muestra una distribución de accidentes y sus consecuencias desde 2018 hasta 2022, destaca una ligera disminución en la cantidad de accidentes, pero una persistente gravedad en sus resultados.
La sección de la carretera que incluye el tramo de 5 de Febrero hasta El Marqués y la parte hacia San Juan del Río es particularmente peligrosa, exacerbada por obras interminables y tráileres que frecuentemente sufren fallas de frenos, y que atraviesan zonas urbanas densamente pobladas.
Se ha discutido desde hace décadas la creación de un tren de pasajeros entre Ciudad de México y Querétaro para aliviar el tráfico de vehículos particulares en la Federal 57 y promover el uso del tren para el transporte de carga, en lugar de depender excesivamente de tráileres. Esta medida podría ser una solución para los problemas crónicos de la Carretera Federal 57, incluyendo los accidentes y las pérdidas económicas asociadas.
¿Qué acciones inmediatas se tomarán para resolver esta situación crítica? ¿Cuándo veremos mejoras significativas en la seguridad y eficiencia de esta vital arteria de transporte?