En los últimos días, la noticia más preocupante es el incremento de la delincuencia en Querétaro, que había sido considerado un paraíso de seguridad y buen vivir.

He visto mucha gente preocupada, con miedo, platicando del asunto, agregando temores sobre la economía, la posible guerra con Estados Unidos y Norcorea, las inundaciones en Texas y el cambio climático.

Hay miedo y mucha incertidumbre.

Aquí es cuando para muchos comienza la pesadilla de la suspicacia, la desconfianza en el otro, el encierro en lo privado con la consecuente disminución de la convivencia y la reducción del riesgo personal.

Contrario a esto, para el desarrollo económico y social, las cualidades del ciudadano deben estar en:

1. La seguridad personal. El ciudadano que confía en sí mismo, en sus capacidades, puede tener mayor perspectiva de éxito, pues tiene mayor tendencia a la preparación, al desarrollo y al liderazgo en su campo de dominio. Hay mucha gente insegura de sí misma, caminando en las calles, con bajo potencial de crecimiento, que ante las amenazas lejanas y cercanas es presa de la desesperanza, la frustración y el miedo. ¿Y qué cree? Aquí en este perfil psicológico, están los delincuentes. Cuando el individuo percibe que su inteligencia social acaba, comienza la expresión violenta, el arrebato del enojo, la necesidad del desquite. Es peligrosísimo tener sociedades frustradas, con elevados índices de miedo. Este ha sido el principio para que los individuos se empiecen a armar y a actuar desesperadamente. Generar seguridad en sí mismo tiene dos palabras claves: autoconocimiento y confianza. Promover que desde niños conozcamos nuestras cualidades, nos fijemos en ellas más que en nuestros errores, que identifiquemos nuestros gustos y aficiones generará personas realizadas que basen su éxito en el reconocimiento pleno de sus fortalezas y cualidades y serán personas que confíen en su capacidad y potencial.

2. La capacidad de generar sinergias. Hacer equipo es una cualidad humana que lo hace fuerte. Somos seres gregarios. Tener inteligencia social, nos hace ser más confiados en lo personal, porque nos da la capacidad de sentirnos seguros, apoyados, respaldados. Me preocupa ver vecinos que no se saludan, ni se conocen, amigos distantes y familias desintegradas. Es la era de la soledad, con relaciones mediatizadas por teléfonos inteligentes que no establecen lazos fuertes, reales, en donde se tenga la certeza de que uno ayudará al otro. El ciudadano fuerte y con capacidad no sólo de sobrevivencia, sino de éxito, es aquél que tiene la cualidad de ser social, de tener un grupo fuerte de amigos, con quien platicar e intercambiar opiniones; eso en sí ya es terapéutico, catártico, que permite echar afuera preocupaciones, miedos y enojos; pero además es necesario para que, intelectualmente nos sintamos fortalecidos, porque intercambiamos opiniones, aprendemos. Está demostrado que la primera fuente de aprendizaje es el diálogo. Platicar de asuntos triviales fortalece las relaciones, platicar de asuntos racionales estructura el intelecto, platicar de asuntos profundos engrandece el alma. Y cuando de la plática nace la acción han surgido grandes equipos deportivos y de ocio, de trabajo, intelectuales, de ayuda hacia los demás, de negocios; es decir, las sociedades fuertes, la llamada sociedad civil organizada.

3. La habilidad de asumir riesgos. Si existe lo anterior es más fácil que las personas puedan percibir que pueden, primero tener una meta para luego perseguirla. La persistencia ha sido una cualidad de la gente que ha logrado el desarrollo y el éxito personal pero, para ello es importante asumir riesgos, tener conciencia del costo que debe de ser pagado por la vida y el precio del cumplimiento de un sueño. Tristemente, la gran mayoría de mexicanos estamos educados en la mentalidad de empleado, que busca su seguridad, la comodidad del salario seguro, prestaciones y jubilación. Sociedades empresariales han insistido en el emprendimiento pero, tenemos ciudadanos poco dispuestos a asumir riesgos. Y esto es un asunto de mentalidad, educación y costumbres. Si tenemos la consciencia de que, las economías estables y sólidas se han basado en la empresa privada y la inversión, estaremos conscientes de la necesidad que tenemos de asumir riesgos para la educación de calidad de nuestros hijos, para poner un negocio, para interactuar con personas que nos enseñen, nos ayuden y hasta nos hagan felices; para tener una visión financiera diferente basada en ahorrar para invertir y no ahorrar por si hace falta.

¿Quieres tener éxito en la vida? Sigue estos sencillos pasos.

Ante las circunstancias sociales actuales, en donde el enemigo a vencer es la incertidumbre, es necesario desarrollar un desarrollo interno basado en la consciencia y la observación del entorno para adaptarnos a él y superar la etapa de la supervivencia, para mirar de frente al reto del desarrollo.

Hay riqueza y potencial para todos, como nunca lo ha habido en la historia de la humanidad, sólo es cuestión de prepararse para tomarlo.

Especialista en desarrollo personal, educación y formación

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