Desafortunadamente existen guerras latentes en nuestro mundo, y aunque quisiéramos no verlas, desde luego que afectan a nuestro entorno. Por evidente que parezca, es esencial recordar que cualquier conflicto armado, como la Guerra de Vietnam, la Guerra de Sahel, la Segunda Guerra Mundial y actualmente la de Ucrania, Israel y Palestina, traen consigo desastrosas consecuencias, sobre todo a las personas que la viven, pues no solo podemos fijarnos en la economía global, ya que genera desequilibrio a nivel internacional.
Hace apenas unos días, el Departamento de Estado de EE.UU aconsejó a todos sus ciudadanos “extremar precauciones” debido al aumento de las tensiones en varios destinos del mundo, ante la posibilidad de ataques terroristas, manifestaciones o acciones violentas contra ciudadanos estadounidenses. Desde luego, la emisión de dicho mensaje se da en medio de la ola de protestas que detonaron en Medio Oriente en respuesta a la guerra que se vive actualmente entre Israel y Hamás, pues los manifestantes han apuntado especialmente a recintos diplomáticos estadounidenses. El máximo nivel de advertencia es rumbo a Líbano e Israel, y autorizó la salida a familiares y personal gubernamental no destinado a situaciones de emergencia. Cabe mencionar que la última vez que Estados Unidos emitió una alerta de este tipo fue en agosto del 2022, tras el asesinato del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, enfatizando que los partidarios u organizaciones terroristas afiliadas podrían intentar atacar instalaciones, ciudadanos estadounidenses o personal gubernamental. También se menciona la posibilidad de autorizar y ordenar la salida de ciudadanos viviendo en Jordania, Egipto e Irak. Otros lugares estrictamente prohibidos son Cisjordania y la Franja de Gaza.
Sin duda, las restricciones de viaje en tiempos de guerra son una medida compleja y controvertida. Mientras que buscan proteger la seguridad nacional, también plantean desafíos significativos en términos de derechos humanos, impacto económico y asistencia humanitaria. En última instancia, encontrar un equilibrio entre la seguridad y la libertad de movimiento es una tarea delicada que requiere consideración cuidadosa de todas las implicaciones. En un mundo ideal, la paz prevalecería sobre la guerra, eliminando la necesidad de tales restricciones. Desgraciadamente, debido a la situación, las limitantes y advertencias de viaje se convierten en una parte fundamental de la estrategia de seguridad de un país, pues el objetivo es salvaguardar la integridad nacional y proteger a los ciudadanos. Al momento, el gobierno de México busca contactar a Hamás para liberar a los dos mexicanos que se encuentran secuestrados. En Israel residen cerca de 5 mil ciudadanos mexicanos, de los que solo mil han solicitado apoyo.
Queridos lectores, es sumamente triste ver que se tengan que realizar este tipo de alertas, específicamente por parte de nuestro país vecino, sin embargo, tampoco creo que sea exagerado, no es bueno vivir con miedo, pero sin duda debemos tener precaución.