"¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?” es el título de una canción de Chava Flores (1920-1987), conocido como “El Compositor del Barrio”, quien a través de sus canciones deseaba crear una memoria histórica de lo que sucedía en el país en ese momento. Esta canción habla de aquel mexicano que quiere pagar sus deudas ganando la lotería, o que una hada aparezca para pagar todas las deudas sin trabajar, o mejor aún, que ya no haya que madrugar, que sólo con sueños y buenos deseos, sin esfuerzo, la familia saldrá adelante cada día.
¿Seguimos deseando se nos cumplan estos sueños? ¿Eres de los que reciben el lunes anhelando que llegue el viernes?, ¿revisas el calendario para encontrar los siguientes días festivos?, ¿compras todos los boletos donde te prometen obtendrás miles de millones de pesos por sólo un centavito?, ¿deseas que una hada madrina se aparezca y te ofrezca un millón de pesos para pagar todas tus deudas e irte a descansar el resto de tu vida a Cancún?
Entiendo que en ocasiones la realidad sea más cruda y cansada de lo que esperamos, y que deseemos salir huyendo a un lugar donde las responsabilidades no nos acosen; donde por un momento tengamos un respiro, la oportunidad de las vacaciones soñadas o dejar de estresarnos con las deudas que nos abruman día a día.
Se vale entonces buscar esa paz, sin embargo en México estamos cayendo en el “exceso de pausas”; es decir, muchos buscan los derechos sin las obligaciones, el descanso sin el trabajo y el premio sin el esfuerzo.
Y tenemos varios ejemplos de estas situaciones: el alumno que prefiere comprar el título pirata que estudiar y ganarlo por su propio esfuerzo; el burócrata que está en un puesto gracias a que el sindicato lo protege, pero sólo llega a checar de entrada y de salida, sin atender a los contribuyentes; el desempleado que busca un trabajo de pocas horas, sin experiencia, sin los estudios requeridos pero con un alto sueldo; el chamaco que anhela tener un carrazo de lujo pero sin esfuerzo y por eso se vende como “soplón” a los narcos.
Dicen que “el trabajo nadie lo quiere hacer, tan feo es que hay que pagar para que lo hagan”, y con esa mentalidad, preferimos hacer poquito para no cansarnos pero lo suficiente para recibir un pago, el famoso “hago como que trabajo y ellos hacen como que me pagan”. Tristemente este sueño del mexicano nos lleva a la mediocridad, a buscar la salida fácil para una vida difícil.
Pero hay quienes aman lo que hacen, disfrutan verdaderamente de su labor diaria, dando clases en una primaria, arreglando el motor de un coche, cortando los árboles de las jardineras, dando consulta médica o atendiendo a los hijos en su hogar. Hay quienes desean que llegue una nueva semana para seguir cosechando trabajos terminados y entregados a tiempo, para lograr atender a más personas, para dar un mejor servicio cada vez.
Sí, habemos quienes amamos lo que hacemos, y además, ¡tenemos la fortuna de recibir un pago por ello! De verdad es una delicia poder disfrutar el trabajo diario, tanto, que no se vuelve tedioso ni aburrido, ni deseas salir huyendo en cuanto llega tu hora de salida.
Busca cumplir el nuevo sueño mexicano: disfrutar tu vida en el trabajo y fuera de él, ¿te animas?
*Nutrióloga clínica, vocal nacional de
Nutrición en AMPAC, nutrióloga clínica.
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Clínica Torre Roja San Juan del Río, Qro.
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