“En la pandemia volvimos a abrir, tuvimos que cerrar porque el dueño de local estaba indeciso entre rentarlo para otros giros y todo, pero pues ya al final regresamos, entonces abrimos en pandemia y pues desde entonces aquí estamos”.

Además de la cajeta, ofrecen una amplia variedad de productos, desde licor de manzana hasta gomitas artesanales y mermeladas. Cada artículo está cuidadosamente seleccionado para ofrecer a los clientes una experiencia gastronómica única y satisfactoria. Su atención al detalle y su compromiso con la calidad son evidentes en cada producto que ofrecen.

Un negocio familiar  que irradia dulzura
Un negocio familiar que irradia dulzura

La colaboración de productores de dulces típicos

La colaboración con otros negocios locales es una parte esencial de la estrategia de Liliana. Al asociarse con restaurantes, hoteles y tiendas de la zona, promueven la venta de sus dulces y, a la vez, fomentan la interconexión y el apoyo entre emprendedores locales.

Además, esta colaboración no sólo fortalece la presencia de los productos de Liliana en el mercado, sino que también contribuye al crecimiento económico y cultural de la comunidad.

Al establecer alianzas con otros negocios, Liliana amplía su alcance y enriquece la experiencia del cliente al ofrecer una variedad de opciones y oportunidades para disfrutar de los dulces típicos mexicanos en diferentes contextos. Sumado a que estas colaboraciones permiten que sus productos lleguen a nuevos públicos y mercados, generando una mayor visibilidad y reconocimiento de su marca en la región.

Liliana Alejandrina Luna Martínez considera que es pura dulzura vender dulces típicos mexicanos. Desde 2014, ella ha sido la mente maestra detrás de un negocio familiar dedicado a ofertar una amplia variedad de dulces artesanales, una sucursal de La Cajeta de Celaya en el corazón del Centro Histórico de Querétaro. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, ha llevado adelante este legado con pasión y compromiso.

La comunidad empresarial local se beneficia de estas alianzas al crear un ambiente de apoyo mutuo y solidaridad entre emprendedores. Esta red de colaboración impulsa el crecimiento económico de la región y, a su vez, fortalece los lazos sociales y culturales al promover la valoración y apreciación de la rica tradición de los dulces típicos mexicanos.

“Ya los dulces artesanales llevan mucho, mucho tiempo [...] por ejemplo, los borrachitos, no tengo idea de cuándo sean, pero yo desde que era niña me acuerdo que comía borrachitos o las obleas con cajeta, entonces, pues yo me imagino que tienen muchos, muchos años y pues es algo como que nos caracteriza a los mexicanos, nuestra gastronomía y pues los dulces artesanales”.

Ubicada frente al Templo de la Congregación, la tienda familiar de Liliana ofrece una amplia gama de dulces, destacando la cajeta como su producto estrella. Provenientes de diversas regiones de México, los dulces que ofertan son una celebración de la riqueza culinaria del país. Desde las tradicionales cocadas hasta las innovadoras gomitas artesanales, borrachitos, locores de San Joaquín, Querétaro, y chocolates artesanales, cada producto cuenta una historia única de tradición y sabor.

“En la zona centro de la ciudad es donde se concentra el mayor número de turismo. Antes de dedicarme a esto realmente no me imaginaba yo cómo era todo lo que conllevan los dulces. Es que es un negocio muy bonito, conoces gente de muchas partes, hay gente a la que le encantan, vienen y prueban, no sé, las gomitas… y al final todo se llevan”.

Lo que distingue a la tienda de Liliana es su atención al cliente. Ofrecen degustaciones para ayudar a los compradores a explorar y descubrir nuevos sabores. Además, están ubicados estratégicamente en el Centro Histórico, lo que les permite atraer tanto a queretanos como a turistas ávidos de experiencias auténticas. Desde la cajeta natural hasta las creaciones como quejata envinada o quemada, se ofrece una experiencia única para los amantes de los dulces típicos mexicanos.

Sin embargo, los dulces no son únicamente de la producción de Liliana, colaboran también con otras empresas para ofrecer una selección diversa y que se empapa de las tradiciones de otros sitios. Por ejemplo, la cajeta que producen se utiliza en diversos establecimientos de renombre, como los churros de Cervecería Hércules. Esta colaboración fortalece la red de empresas locales y promueve la calidad y autenticidad de los productos.

Sobrevivimos a la pandemia

A pesar de los altibajos, incluida una pausa durante la pandemia, la tienda de Liliana ha logrado mantenerse firme en su compromiso con la excelencia y la satisfacción del cliente. Durante la emergencia sanitaria por Covid-19, enfrentaron desafíos significativos al adaptarse a nuevas regulaciones y restricciones, pero lograron sobrevivir gracias a su dedicación y resistencia.

Con una filosofía centrada en la calidad, la autenticidad y la atención al cliente, la tienda de Liliana se ha convertido en un destino obligado para los amantes de los dulces típicos mexicanos. Su compromiso con la tradición y la innovación les ha permitido mantenerse relevantes en un mercado competitivo y en constante cambio.

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